sábado, 5 de julio de 2014

TODO LO QUE DIOS PERMITE OBRA PARA BENDICIÓN DE LOS QUE LE AMAN

Entonces (Jesús) les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras. Lucas 24:45 Bien lo ha hecho todo. Marcos 7:37 Algunos estudiantes cristianos, en América Central, se habían propuesto dedicar sus vacaciones a predicar el Evangelio. Para desplazarse alquilaron un pequeño bus en el cual cruzarían la frontera de Guatemala, en donde los esperaban para realizar algunas reuniones. La aduana quedaba al otro lado del río, y los jóvenes se dieron cuenta de que tendrían que pasar por un puente provisional hecho con tablas, cuya resistencia era relativa. Entonces, por precaución el grupo pasó a pie, mientras que el bus tuvo que hacer un recorrido de más de 50 kilómetros a lo largo del río hasta hallar otro puente. En este recorrido gastó casi la mitad del día. Los jóvenes decidieron aprovechar ese contratiempo para reunirse en la plaza principal del pueblo y cantar algunos himnos. El alcalde pasó por allí y se detuvo. Los escuchó durante un rato, luego se acercó y los invitó a su casa a cantar y a hablar a su mujer, quien estaba cuidando a sus dos hijos enfermos. Nuestros amigos tomaron sus Biblias, anunciaron las buenas nuevas y oraron en la casa que les abrió sus puertas. El alcalde y su mujer fueron alcanzados por ese testimonio. Sus corazones se abrieron a la Palabra de Dios. Ambos recibieron a Cristo en sus vidas. ¡Qué experiencia inolvidable! A menudo nos irritamos ante un contratiempo, pero pensemos: ¿No es el Señor quien lo permite para que sea el punto de partida de una rica bendición para otros y para nosotros mismos?

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