lunes, 7 de julio de 2014

COMO FUE EL RECIBIMIENTO DE JESÚS

Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza. Lucas 9:58 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Juan 1:11-12 Si uno ha sido mal recibido por alguien, no siente el deseo de invitar a esa persona y tratarla como un rey. Sin embargo, el Hijo de Dios respondió con amor al odio del hombre. Dios creó al hombre para que fuese feliz, y lo colmó de sus bendiciones, pero el hombre se alejó de Él. Cuando Dios, después de hacer tantos llamados en vano a través de los profetas, envió a su Hijo a la tierra, ¿cómo fue recibido? “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron” (Juan 1:11). “No había lugar para ellos (María, José y el niño Jesús) en el mesón” (Lucas 2:7). Su pueblo no quiso saber nada de él. Incluso pidió a grandes gritos que lo crucificasen (Lucas 23:23). Prefirió liberar a Barrabás, un ladrón, y condenar a muerte a Jesús. ¡El mundo no tenía un lugar para Jesús! Y hoy, ¿tendría un lugar? Al amor que el Salvador nos mostró, respondimos con odio. ¡Jesús fue condenado y crucificado injustamente! Pero el Señor respondió así a este rechazo: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay… voy, pues, a preparar lugar para vosotros… Os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:2-3). Él ofrece este lugar a todos los que reconocen su rebelión contra Dios y se arrepienten. Ahora nos invita a ir a él. ¿Qué nos tiene preparado? Una felicidad eterna en la casa del Padre. “Mas a todos los que le recibieron… les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).

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