lunes, 19 de enero de 2015

¿A DONDE IREMOS? TÚ TIENES PALABRAS DE VIDA ETERNA

60 Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír? 61 Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende? 62 ¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero? 63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. 64 Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar. 65 Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre. 66 Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él. 67 Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? 68 Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. 69 Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 70 Jesús les respondió: ¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo? 71 Hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón; porque éste era el que le iba a entregar, y era uno de los doce. … ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre! —Juan 7:46 Juan 7:37-46 Génesis 46–48 ; Mateo 13:1-30 Un congresista de los Estados Unidos de América tenía 23 años cuando participó en la histórica «Marcha a Washington» en 1963, encabezada por el Dr. Martin Luther King Jr., en defensa de los derechos humanos. Cincuenta años después, un periodista le preguntó a aquel parlamentario qué efecto le había producido en esa ocasión el discurso del Dr. King, Tengo un sueño. Respondió: «Después de escucharlo hablar, era imposible irse y volver a las actividades como de costumbre. Había que hacer algo; ponerse en acción. Moverse. Uno tenía que salir y comunicar la buena noticia». A muchos de los que se encontraron con Jesús les resultó imposible permanecer neutrales en cuanto a su Persona. Juan 7:25-46 registra dos reacciones ante el Señor: mientras «muchos de la multitud creyeron en él» (v. 31), los líderes religiosos intentaron hacerlo callar, enviando guardias al templo para que lo arrestaran (v. 32). Es probable que estos hayan estado presentes cuando Jesús dijo: «Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva» (vv. 37-38). Cuando los guardias volvieron sin Jesús, les preguntaron: «¿Por qué no le habéis traído?» (v. 45). Ellos respondieron: «¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!» (v. 46). Las palabras de Jesús nos inducen a actuar y a movilizarnos más allá de lo habitual. —La sangre de Jesús perdonó mis pecados pasados y hoy me inspira a obedecer.

jueves, 15 de enero de 2015

LA ESPOSA Y LAS HIJAS DE JERUSALEN

Cantares 2 Dios Habla Hoy La Biblia Ella 2 Soy la flor de los llanos de Sarón, soy la rosa de los valles. Él 2 Mi amada es, entre las mujeres, como una rosa entre los espinos. Ella 3 Mi amado es, entre los hombres, como un manzano entre los árboles del bosque. ¡Qué agradable es sentarme a su sombra! ¡Qué dulce me sabe su fruta! 4 Me llevó a la sala de banquetes y sus miradas para mí fueron de amor. 5 ¡Reanímenme con tortas de pasas, aliméntenme con manzanas, porque me muero de amor! 6 ¡Que ponga él su izquierda bajo mi cabeza, y que con su derecha me abrace! Él 7 Prométanme, mujeres de Jerusalén, por las gacelas y cervatillas del bosque, no interrumpir el sueño de mi amor. ¡Déjenla dormir hasta que quiera despertar! Segundo canto Ella 8 ¡Ya viene mi amado! ¡Ya escucho su voz! Viene saltando sobre los montes, viene saltando por las colinas. 9 Mi amado es como un venado: como un venado pequeño. ¡Aquí está ya, tras la puerta, asomándose a la ventana, espiando a través de la reja! 10 Mi amado me dijo: «Levántate, amor mío; anda, cariño, vamos. 11 ¡Mira! El invierno ha pasado y con él se han ido las lluvias. 12 Ya han brotado flores en el campo, ya ha llegado el tiempo de cantar, ya se escucha en nuestra tierra el arrullo de las tórtolas. 13 Ya tiene higos la higuera, y los viñedos esparcen su aroma. »Levántate, amor mío; anda, cariño, vamos. 14 »Paloma mía, que te escondes en las rocas, en altos y escabrosos escondites, déjame ver tu rostro, déjame escuchar tu voz. ¡Es tan agradable el verte! ¡Es tan dulce el escucharte!» Los dos 15 Atrapen las zorras, las zorras pequeñas que arruinan nuestros viñedos, nuestros viñedos en flor. Ella 16 Mi amado es mío, y yo soy suya. Él apacienta sus rebaños entre las rosas. 17 Mientras llega el día y huyen las sombras, vuelve, amado mío; sé como un venado, como un venado pequeño por los montes escarpados.

lunes, 12 de enero de 2015

ESTO NO ES NINGÚN CUENTO CHINO ES LA MEJOR HISTORIA DE AMOR

Colosenses 1:13-23 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, […] ahora os ha reconciliado. —Colosenses 1:21 Después de la Guerra Civil Norteamericana (1861-1865), el general Lew Wallace fue gobernador de los territorios de Nuevo México, que aun no pertenecían a los Estados Unidos de América. Su labor lo puso en contacto con muchos de los personajes que formaron parte de la historia casi mítica del Lejano Oeste; entre ellos, Billy el Niño y el sheriff Pat Garrett. Fue allí donde Wallace escribió lo que algunos han llamado el libro cristiano más influyente del siglo xix: Ben Hur: Una historia de los tiempos de Cristo. Wallace fue testigo de uno de los peores impactos del pecado de la humanidad, reflejado en tales hechos de violencia. Tanto en su vida como en su famoso libro, el escritor concebía que lo único que tiene poder para redimir y reconciliar es la historia de Jesucristo. Para los seguidores de Cristo, el clímax de nuestra vida fue el momento en que Dios «nos [libró] de la potestad de las tinieblas, y [trasladó] al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados» (Colosenses 1:13-14). Ahora gozamos del privilegio de ser narradores de la historia de la maravillosa redención divina. —Señor, controla hoy mis palabras. Lléname de tus expresiones de amor y gracia, y utilízalas para que algunos corazones se vuelvan a ti. Sin ti, no puedo hacer nada. La diferencia que Cristo marca en tu vida es una historia digna de contar.

sábado, 3 de enero de 2015

LA VISIÓN DE LOS CUATRO MONSTRUOS

Daniel 7:1-28 Dios Habla Hoy 7 Una noche, durante el primer año del reinado de Belsasar en Babilonia, Daniel tuvo un sueño y visiones. En cuanto se despertó, puso por escrito las cosas principales que había soñado. Esto es lo que escribió: «Yo veía en mi sueño que los cuatro vientos soplaban y agitaban las aguas del gran mar. 3 De repente, cuatro enormes monstruos, diferentes uno del otro, salieron del mar. 4 El primero se parecía a un león, pero tenía alas de águila. Mientras yo lo estaba mirando, le arrancaron las alas, lo levantaron del suelo y lo apoyaron sobre sus patas traseras, poniéndolo de pie como un hombre, y su cerebro se convirtió en el de un ser humano. 5 »El segundo se parecía a un oso, alzado más de un lado que de otro, el cual tenía tres costillas entre los dientes; y oí que le decían: “¡Anda, come toda la carne que puedas!” 6 »El tercero se parecía a un leopardo, pero con cuatro alas en la espalda; también vi que tenía cuatro cabezas y que se le entregaba el poder. 7 »El cuarto monstruo que vi en mis visiones era terrible, espantoso, y de una fuerza extraordinaria. Tenía grandes dientes de hierro; todo lo devoraba y destrozaba, y pisoteaba las sobras. Era un monstruo diferente de todos los que yo había visto en mi sueño, y tenía diez cuernos en la cabeza. 8 »Mientras yo estaba mirando los cuernos, vi que de entre ellos salía otro cuerno más pequeño, y entonces le arrancaron tres cuernos para dejar lugar al último que le había salido, el cual tenía ojos como los de un ser humano y una boca que hablaba con mucha arrogancia. El juicio de Dios 9 »Seguí mirando, hasta que fueron puestos unos tronos y un Anciano se sentó. Su vestido era blanco como la nieve, y su cabello como lana limpia. El trono y sus ruedas eran llamas de fuego, 10 y un río de fuego salía de delante de él. Miles y miles le servían, y millones y millones estaban de pie en su presencia. El tribunal dio principio a la sesión, y los libros fueron abiertos. 11 »Yo estaba mirando, atraído por las cosas tan arrogantes que el cuerno pequeño decía; y mientras estaba mirando, mataron al monstruo y lo despedazaron, y luego lo echaron al fuego para que se quemara. 12 También a los otros monstruos se les quitó el poder, pero los dejaron seguir viviendo hasta que les llegara su hora. 13 »Yo seguía viendo estas visiones en la noche. De pronto: »Vi que venía entre las nubes alguien parecido a un hijo de hombre, el cual fue a donde estaba el Anciano; y le hicieron acercarse a él. 14 Y le fue dado el poder, la gloria y el reino, y gente de todas las naciones y lenguas le servían. Su poder será siempre el mismo, y su reino jamás será destruido. »Yo, Daniel, sentí que el terror se apoderaba de mí; y muy preocupado por todo lo que había visto, 16 me acerqué a uno de los que estaban allí de pie, y le pedí que me explicara todo aquello. Él aceptó explicármelo, y me dijo: 17 “Estos cuatro monstruos son cuatro reyes que dominarán el mundo. 18 Pero después el reino será entregado al pueblo del Dios altísimo, y será suyo por toda la eternidad.” 19 »Yo quería saber más acerca del cuarto monstruo, que era tan diferente de los otros, pues su aspecto era horrible: tenía dientes de hierro y garras de bronce; todo lo devoraba y destrozaba, y pisoteaba las sobras. 20 También quería yo saber más acerca de sus diez cuernos, y del cuerno pequeño que tenía ojos y una boca que hablaba con mucha arrogancia, pues hasta parecía más grande que los otros cuernos, y tres cuernos habían caído para dejarle lugar. 21 Entonces vi que este cuerno luchaba contra el pueblo de Dios, y lo vencía, 22 hasta que llegó el Anciano e hizo justicia al pueblo del Dios altísimo, pues se había cumplido el tiempo para que el pueblo de Dios tomara posesión del reino. 23 Y dijo: »“El cuarto monstruo será un cuarto reino que habrá sobre la tierra, diferente de todos los demás. Devorará toda la tierra, la pisoteará y la destrozará. 24 Los diez cuernos son diez reyes que reinarán en ese reino. Después de ellos subirá otro al poder, que será muy diferente de los primeros y que derribará a tres de estos reyes. 25 Insultará al Dios altísimo e irá acabando con su pueblo; tratará de cambiar la ley de Dios y las fiestas religiosas, y el pueblo de Dios estará bajo su poder durante tres años y medio. 26 Pero el tribunal celebrará un juicio, y se le arrebatará el poder, dejándolo completamente destruido. 27 Y el reino, el poder y la gloria de todos los reinos de la tierra serán dados al pueblo del Dios altísimo. Su reino permanecerá para siempre, y todos los pueblos de la tierra le servirán y le obedecerán.” 28 »Éste es el final del relato. Y yo, Daniel, me quedé muy preocupado y me puse pálido; pero no dije nada a nadie sobre este asunto.»