viernes, 13 de junio de 2014

INFLUENCIA CONTRADICTORIA

La serpiente… dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Génesis 3:1 La paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 6:23 “¿Conque Dios os ha dicho…?” (Lea Génesis 3) La Biblia no nos dice por qué existe el mal, pero nos explica cómo entró en el mundo. Todo empezó, como podemos leerlo, por una simple pregunta: “¿Conque Dios os ha dicho…?”. Aparentemente es una pregunta insignificante, pero como insinúa la duda respecto a Dios, ¡resultó ser mortal! En la raíz del pecado siempre hay una duda con respecto a Dios, a su Palabra, a sus intenciones, a su bondad. Cuando la duda alcanza el corazón, uno se vuelve frágil y cree en la mentira. “No moriréis (afirmó el tentador a Eva); sino que… seréis como Dios”. ¡Seréis como Dios! ¡Cuántos males en nuestra sociedad provienen del hecho de desear ser como Dios! Es una tentación orgullosa no querer depender más de Dios, creer en la libertad de una vida sin Dios, creerse capaz de distinguir entre el bien y el mal sin Dios, ser el dueño de su vida. Al comer del árbol prohibido, Adán transgredió la alianza de su Dios (Oseas 6:7). La relación con él se estropeó, y el hombre se volvió esclavo del mal y de Satanás. Dios es justicia, santidad, luz, pero también es sabiduría y amor. Sin Él, el pecado ensucia nuestra vida. No demos la espalda a su luz, lo cual también sería despreciar su amor. Él llama a todos los hombres y les ofrece la salvación, la reconciliación en Jesucristo, y una vida nueva y feliz en su luz.

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