domingo, 11 de diciembre de 2016

SE NECESITAN INTERCESORES ANTE EL PADRE

… La oración eficaz del justo puede mucho (Santiago 5:16). Lectura: 1 Reyes 18:41-45 A menudo, Dios decide utilizar nuestras oraciones para llevar a cabo su obra. Esto lo vemos cuando le dijo al profeta Elías: «yo haré llover sobre la faz de la tierra», prometiendo poner fin a una sequía en Israel que había durado tres años y medio (Santiago 5:17). Aunque Dios había prometido que llovería, poco después, «Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas» para pedir fervorosamente que lloviera (1 Reyes 18:42). Entonces, mientras oraba, mandó a su siervo «siete veces» para que mirara hacia el mar y observara si había alguna señal de lluvia en el horizonte (v. 43). Elías entendió que Dios quiere que participemos en su obra mediante la oración humilde y persistente. A pesar de nuestras limitaciones humanas, el Señor tal vez quiera obrar de maneras asombrosas a través de nuestras oraciones. Por eso, Santiago afirma que «la oración eficaz del justo puede mucho» y nos recuerda que «Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras» (Santiago 5:16-17). Cuando nos proponemos servir a Dios orando fielmente como lo hizo Elías, participamos de un privilegio maravilloso… ¡y en cualquier momento, podríamos ver un milagro delante de nuestras narices! Señor, ¿cómo puedo servirte hoy con mis oraciones? Las grandes expectativas de nuestra parte honran a Dios.

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