sábado, 8 de octubre de 2016

JESUCRISTO TIENE EL AGUA DE LA VIDA

… sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna (v. 14). Juan 4:7-15 En algunas partes del mundo, es difícil encontrar agua potable. Por eso, una organización llamada Water Is Life [El agua es vida] desarrolló un recurso maravilloso: «El libro bebible». ¡El papel del libro está recubierto de nanopartículas de plata que filtran casi el 99.9% de las bacterias perjudiciales! Cada hoja arrancada puede usarse una y otra vez para filtrar hasta 100 litros de agua a un costo de solo unos pocos centavos. La Biblia con la ayuda del Espíritu Santo es también un libro inusualmente «bebible». En Juan 4, leemos sobre una clase particular de sed y un tipo de agua especial. La mujer junto al pozo necesitaba saber más que saciar su sed física con un líquido limpio y transparente. Le había llegado el momento de su vida…, estaba por conocer a la Fuente de «agua viva»; necesitaba la gracia y el perdón que solo Dios puede dar. Un texto del Libro Sagrado ungido por el Espíritu puede calmar, saciar, perdonar, limpiar, restaurar, libertar, sanar, consagrar, santificar y lleva a hacer toda la voluntad de Dios en un 100 x 100% y toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia 2Timoteo 3:16. La Palabra de Dios es el libro «bebible» supremo que señala al Hijo de Dios como la única fuente de «agua viva». Aquellos que acepten el agua que Jesús ofrece disfrutarán de «una fuente de agua que salte para vida eterna» (v. 14). En otra oportunidad muy puntual… 37-38 El último día de la fiesta era el más importante. Aquel día Jesús, puesto de pie, dijo con voz fuerte: —Si alguien tiene sed, venga a mí, y el que cree en mí, que beba. Como dice la Escritura, del interior de aquél correrán ríos de agua viva. 39 Con esto, Jesús quería decir que los que creyeran en él recibirían el Espíritu; y es que el Espíritu todavía no estaba, porque Jesús aún no había sido glorificado. Juan 7:37-39 Señor, anhelamos la satisfacción que solo tú puedes dar. Ayúdanos a descartar lo que nos deja vacíos y sedientos, y cambiarlo por la satisfacción del agua viva que tú ofreces. Jesús es la única fuente de agua viva.

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