jueves, 9 de enero de 2014

GRATITUD DE NIVEL DE POSTGRADO

Tal vez tu mama fue como la mía. Ni bien alguien me había dado una galleta sentía que ella me daba un codazo al costado y me susurraba, «Dí gracias.» Éste es un buen hábito al cual acostumbrarse. Mi esposa y yo ahora les damos un codazo a nuestros hijos con la instrucción de «Dí gracias.» Así como es correcto decir «gracias,» lo que Dios desea es una actitud agradecida que se adentre mucho más allá de la gratitud superficial y verbal. La auténtica gratitud sobrepasa la obligación y muestra que verdaderamente apreciamos lo que hemos recibido de Él. Para entender este paso de madurez, volvamos al colegio. Considera el siguiente plan de estudios y pregúntate en qué grado estás: El agradecimiento de nivel pre-escolar nos manda a ofrecer «continuamente mediante El, sacrificio de alabanza a Dios, es decir, el fruto de labios que confiesan su nombre» (Hebreos 13:15). En efecto, le decimos a Dios, «Me ayudaste, y te lo agradezco. He cumplido con mi obligación.» Es bueno que hagamos lo que se exige a este nivel, pero no debemos esperar que fluya un montón de gozo de nuestro agradecimiento superficial y mecánico. El agradecimiento de nivel secundario es mejor. «Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús» (1 Tesalonicenses 5:18). En toda situación, tú y yo siempre podemos tomar la decisión de ser agradecidos por algo. Si, siempre. Esta gratitud sí produce gozo — en tanto que no estés pasando por algo demasiado difícil. El agradecimiento de nivel de postgrado lleva al verdadero gozo. «Dando siempre gracias por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a Dios, el Padre» (Efesios 5:20). Esto va más allá del curso de secundaria que busca encontrar un buen aspecto en una circunstancia desafiante. Éste es el agradecimiento que confía en Dios y que incluso está agradecido por las cosas que no elegiríamos vivir. Es la gratitud que promete victoria en toda circunstancia. Cualquiera que sea nuestra situación, tú y yo, por fe, tenemos que llegar al lugar donde permitimos que el Señor saque un auténtico agradecimiento de nuestros corazones. Esto significa verdadera gratitud por todo lo que Él permite en nuestras vidas. Ese tipo de agradecimiento produce un gozo a tal profundidad que no se puede experimentar de ningún otro modo. —JM

No hay comentarios: