domingo, 30 de diciembre de 2007

PARA TI

El propósito de éste blog es la salvación del lector. Los que le dimos forma a su contenido, estaremos bien burlados, si no sirve para llevar muchas almas a los pies del Señor Jesús. Se publica en la confianza infantil de que, por la potencia de Dios por medio del Espíritu Santo, será usado para la conversión de miles y miles, si así le place. Sin duda alguna muchas personas de humilde condición leerán, quedando favorecidos por el Señor con su divina gracia. Para el fin indicado hacemos uso de un lenguaje sencillo, como asimismo muchas expresiones familiares. Sin embargo, si personas acomodadas y de categoría ojearen este blog, puede bien el Espíritu Santo impresionarles a ellas también; ya que lo que comprenden personas sin letras, no es menos atractivo para las educadas e instruidas. Haga Dios que lo lea alguien que llegue a ser un gran pescador de almas.
¿Quién sabe cuántos hallarán el camino de la paz mediante esta lectura? Pregunta más importante para ti, querido lector, es esta; ¿serás tú uno de ellos?
Cierto hombre construyo una fuente al lado del camino y colgó una taza de una cadenita en la misma. Algo después supo que un crítico de artes había censurado mucho el diseño de su fuente. “Pero,” preguntó el filántropo, “¿son muchos los sedientos que beben de la fuente?” A lo que se le contestó que miles de pobres, hombres, mujeres y niños, apagaban su sed en esa fuente. Entonces el se sonreía, diciendo que poco le importaba la critica del artista, deseando tan solo que éste también, algún día pesado del estío, viniera a llenar la taza para refrescarse y alabar el nombre de Dios.
Aquí está mi fuente y mi taza; critícala, si bien te pareciere; pero te pido –bebas del agua de la vida. De otra cosa no me preocupo. Más bien bendeciría el alma del más pobre barrendero o trapero que daría gusto a un príncipe de sangre, si no lograra su salvación.
Querido lector, ¿tomarás seriamente la lectura de éste blog? Si así es, estamos conformes desde luego; pero nada menos que te entregues a Cristo y halles el cielo es el objeto que perseguimos aquí. Haga Dios que juntos lo hagamos. Nosotros lo hacemos dedicándote ésta obrita mediante la oración a Dios. ¿No querrás unirte conmigo elevando la vista a Dios pidiendo que te bendiga al leer? Por la providencia divina has llegado hasta éste blog, te queda algún tiempo para leer y siéntate dispuesto a prestarle atención. Estas son buenas señales. ¿Quién sabe? Acaso ha llegado el tiempo de tu bendición. De todos modos: “Dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones.”