sábado, 11 de noviembre de 2017

500 AÑOS DE LA REFORMA PROTESTANTE

EL PROXIMO 15 DE NOVIEMBRE TENDREMOS EL CONCIERTO EN LA SALA SINFÓNICA DEL CCK, Y COMO PARTE DEL CONGRESO DE LA BIBLIA, ORGANIZADO POR SOCIEDADES BÍBLICAS DE ARGENTINA. LOS INVITOA INGRESAR EN LA PAGINA www.congresodelabiblia.org Y AHÍ MISMO USTED SE PUEDE REGISTRAR Y RECIBIRÁ SUS TICKET, SIN COSTO ALGUNO EN SU CORREO ELECTRÓNICO.

jueves, 5 de octubre de 2017

NUESTRO PADRE PERFECTO NOS AMA…

Dt. 32:7-12 … Lo guardó como […] el águila que […] revolotea sobre sus pollos… (vv. 10-11). La hija de Beatriz llegó de un viaje al exterior y se sentía mal. Cuando el dolor se hizo insoportable, ella y su esposo la llevaron a una sala de emergencias. Los médicos y las enfermeras pusieron manos a la obra, y horas después, las enfermeras le dijeron a Betty: «¡Va a estar bien! La atenderemos y se sanará». En ese momento, un sentimiento de paz y amor brotó de su interior. Se dio cuenta de que, mientras revoloteaba ansiosamente sobre su hija, el Señor es el padre perfecto que alimenta a sus hijos y los consuela en los momentos difíciles. En Deuteronomio, el Señor le recuerda a su pueblo la forma en que, mientras peregrinaban por el desierto, se había ocupado de él como un padre amoroso que revolotea sobre su cría. Nunca los abandonó, sino que fue como un águila que «extiende sus alas» para reunir a sus hijos y «los lleva sobre sus plumas» (32:11). Quería que recordaran que, aunque experimentaran dificultades y luchas en el desierto, no los abandonaría. Nosotros también enfrentamos toda clase de desafíos, pero podemos experimentar consuelo y valor al recordar que nuestro Dios nunca nos abandona. Cuando sintamos que estamos cayendo, el Señor, como un águila, extenderá sus alas para tomarnos y darnos su paz. Padre celestial, gracias porque tu amor supera todo lo imaginable. Nuestro Dios revolotea sobre nosotros con amor.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

PRESENTALOS A LOS PIES DE LA CRUZ

2 Reyes 19:9-19 … subió a la casa del Señor, y las extendió Ezequías delante del Señor (v. 14). Cuando enormes desafíos o decisiones importantes me abrumaban en mi adolescencia, mi madre me enseñó los beneficios de poner por escrito las cosas para entenderlas mejor. Al preguntarme qué estudios seguir o qué trabajo procurar, o cómo enfrentar las realidades atemorizantes de volverme adulta, adopté su hábito de escribir qué estaba sucediendo, los posibles cursos de acción y los probables resultados. Después de volcar mi corazón en la hoja, podía analizar el problema y ser más objetiva de lo que me permitían mis emociones. Del mismo modo, derramar nuestro corazón delante de Dios nos ayuda a obtener una nueva perspectiva y recordar su poder. Eso hizo el rey Ezequías cuando recibió una carta desalentadora de un adversario siniestro. Ezequías expuso la carta ante el Señor, invocándolo en oración para que librara al pueblo y el mundo reconociera: «sólo tú, Señor, eres Dios» (2 Reyes 19:19). Cuando enfrentemos una situación que genera ansiedad, temor o conciencia de que atravesarla exigirá más de lo que tenemos, imitemos a Ezequías y corramos directamente hacia el Señor. Cómo él, podemos dejar nuestro problema en sus manos y confiar en que guiará nuestros pasos y calmará nuestros corazones turbados. Señor, eres mi fuente de sabiduría y fortaleza. Confío en que me guiarás en las dificultades. Dios es nuestra mejor ayuda en momentos de angustia.

viernes, 21 de julio de 2017

DESPIÉRTATE TU QUE DUERMES Y TE ALUMBRARÁ CRISTO

La iglesia necesita despertar (necesita un reloj despertador). No podemos tener corazones dormidos, fríos e indiferentes para Dios. No podemos estar atrapados en el ambiente del mundo: lujos, placeres y comodidades. Hoy no se ve la diferencia entre el cristiano y el mundano: Van a los mismos lugares, usan el mismo lenguaje, se visten de la misma manera, ven los mismos programas de TV. • Es tiempo de despertar de nuestra indiferencia, estancamiento, oscuridad y sueño espiritual. • Es tiempo de ser estables, de tener crecimiento, de brillar en las tinieblas. Es tiempo de despertar: Efesios 5:8-14 ¿Que significa un despertar en el Señor? • No es participar en actividades religiosas: ir a los cultos, cantar, servir, leer la Biblia, ofrendar. • No es procurar hacer cosas buenas: como ser amable, generoso, respetuoso y no tener vicios, • Es tener una vida centrada en Dios (Mateo 6:33) • Es tener conciencia de Dios en toda mi vida. • Es amar a Dios con todo nuestro ser (corazón, alma, mente: Mateo 22:37 ) Características de un despertar que agrada a Dios… • Un despertar VIVO: Debe ser real, no por apariencias. Debe ser un sincero deseo de agradar a Dios. • Un despertar INTERNO: Debe ser una transformación profunda en tu vida que produce cambios. • Un despertar INTENSO: Debe ser tan apasionado que establezca mis prioridades según el deseo de Dios. • Un despertar INSISTENTE: Debes ser un deseo que incluye toda mi vida y que no puedo evitar. Hoy es tiempo de despertar para... 1. Para creerle a Dios 2. Para arrepentirnos de nuestros pecados 3. Para desear la comunión con Dios 4. Para obedecer a Dios 5. Para testificar al mundo del amor de Dios 6. Para darle la gloria a Dios en todo Por qué buscar un despertar que agrada a Dios… • Porque estamos viviendo los últimos tiempos: Romanos 13:11-12 • Porque hemos resucitado con Cristo: Colosenses 3:1-11 • Porque Dios nos ha mostrado sus misericordia: Romanos 12:1-2 • Porque amamos a Dios: 1ª Juan 2:15-17 ¿Puede escuchar el despertador? (ring, ring, ring) No es tiempo para dormir, despertemos para la gloria de nuestro bendito Dios. Amén.

sábado, 15 de julio de 2017

LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO

Mateo 24:27 27 Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre. 1 Tesalonicenses 4:16-17 16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Hebreos 9:28 28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan. 2 Pedro 3:10 10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Apocalipsis 1:7 7 He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. Apocalipsis 22:12 12 He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. Oración del pecador Padre celestial, se que he pecado contra ti y que mis pecados me separan de ti. Me arrepiento sinceramente. Te pido me perdones y me ayudes a no pecar de nuevo. Creo que tu Hijo Jesucristo murió por mis pecados, que fue levantado de los muertos, que vive y oye mi oración. Invito a Jesús a ser mi salvador y el Señor de mi vida, a gobernar y reinar en mi corazón desde este día en adelante. Ruego que envíes tu Espíritu Santo para ayudarme a obedecerte y redargüirme cuando peque. Prometo crecer en gracia y en conocerte. Mi mayor propósito en la vida es seguir tu ejemplo y hacer tu voluntad por el resto de mi vida. En el nombre de Jesús, Amén.

jueves, 6 de julio de 2017

CONDICIÓN DEL SER HUMANO

La realidad de un hombre sin Cristo es tremendamente triste, la condición humana sin la salvación del alma se explica claramente en Efesios 2:1-3 (La Biblia). I – Muertos en delitos y pecados. (v.1) Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados… El hombre no está enfermo, grave o agonizante. Las Escrituras señalan que el hombre natural está completamente muerto. Ahora, ¿Cómo podemos entender la idea de estar muertos mientras que los que oyen se saben vivos en el pasaje? La muerte bíblicamente hablando, no significa extinción, aniquilación o falta de existencia. La palabra muerte significa SEPARACIÓN, ya sea del alma con el cuerpo, del hombre con Dios o de ambos. Las Escrituras nos hablan de tres tipos de muerte: • La Muerte Espiritual: Es la separación entre el hombre y Dios. (Is. 59:2) Esta muerte fue la primera consecuencia del pecado de Adán y Eva en el Jardín del Edén. Dios es santo, y no puede tener comunión con el pecado, por tanto, la ejecución de la impiedad provocó la muerte espiritual, la cual es una tónica en toda la humanidad no regenerada. La muerte espiritual es el estado de separación de Dios en el cual todo ser humano nace en este mundo. Romanos 5:12 dice: “por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres por cuanto todos pecaron.” La muerte espiritual se evidencia en una persona que gasta su vida en una manera de vivir licenciosa (1ª Tim. 5:6); que vive en pecado (Col.2:13); en solo religiosidad (Ap. 3:11); y, a fin de cuentas, sin Cristo. (Jn 6:53). • La Muerte Física: Es la Separación del alma del hombre con su cuerpo. Esto es la comúnmente llamada muerte. Esta es una consecuencia del pecado de Adán y Eva, (Gn. 2:17; 3:22) pero no sucedió en el mismo instante que ellos pecaron. Adán murió físicamente 930 años después que murió espiritualmente. A diferencia de los ángeles que solo tienen naturaleza inmaterial, el hombre fue creado tanto con una naturaleza inmaterial como con una naturaleza material. El cuerpo humano que está compuesto de más de 30 diferentes elementos químicos regresa a la tierra de donde fue tomado, en espera de la resurrección, ya sea para vida o para condenación. (Heb. 9:27). • La Muerte Eterna: Es la separación del hombre de la presencia de Dios para siempre. Esta es la llamada segunda muerte (Ap. 2:11, la primera es solo física. Comp Ap. 20:14,15). Todas las personas sin Cristo están muertas espiritualmente hablando, aun cuando viven sobre la tierra. Una buena ilustración para reafirmar el concepto se desprende de las propias palabras del Señor Jesucristo (Mt. 8:21,22). Cuando comenzó su ministerio invitó a muchas personas a seguirle y uno de los jóvenes al recibir la invitación señaló: 21Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre. Es probable que el Padre del muchacho estaba muriendo, ya había muerto o simplemente el joven deseaba que su padre envejeciera y muriese para después seguir a Jesús. En fin, lo interesante es lo que Jesucristo le dijo. Y fue: 22Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos. Es ilógico bajo nuestra definición que un muerto pueda enterrar a otro muerto, pero, bajo la definición bíblica es más fácil notar la diferencia. Lo que Jesucristo nos enseña acá es que un muerto espiritual puede enterrar a un muerto físico. Siguiendo con el texto en Ef. 2:1…cuando estabais muertos en vuestros delitos y Pecados… Note la palabra EN. El hombre está inmerso en la muerte misma, ya que nace con la naturaleza pecaminosa y todos sin excepción tienen esa condición la cual se manifiesta en los delitos y pecados que ha fin de cuentas muestran su distancia de la santidad de Dios. El hombre no se hace pecador cuando miente, roba, maldice, mata, etc. El hombre miente, roba, maldice, mata, etc. porque es pecador. Si bien, es la muerte espiritual de la cual se desprenden cada una de las características que sigue mencionando el relato. Es bueno seguir viendo separadamente los costos asumidos en el estado sin Cristo. II – Absorbidos en el Modelo Diabólico. (v.2) 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, El apóstol continúa señalando las características de las personas no vivificadas y en ese contexto los efesios antes de someterse a Cristo seguían… “la corriente de este mundo…” en otras palabras, siguiendo el modelo de vida de este mundo pecaminoso caracterizado por el egoísmo, la sexualidad disipada y el humanismo. (Luc. 21:34; Stgo 4:4; 1ª Juan 2:15). Ese modelo adquirido tiene su origen y sustento en el príncipe de la potestad del aire… Una alusión clara a Satanás. Él es el gobernante de este mundo (Juan 12:31; 2ª Cor. 4:3-4; Heb. 2:14) “la potestad del aire…” nos habla de su fuerza o influencia en el mundo, efectuada por medio de sus demonios (Ef. 6:12). Satanás se ha encargado de establecer SU sistema en el mundo y las personas que están muertas a Dios los hijos de desobediencia siguen su corriente. Note los detalles de la descripción. Los no regenerados son hijos del diablo (Jn 8:44) y se caracterizan por la desobediencia, es decir, un deseo voluntario y permanente de ir en contra de la voluntad divina. III – Sumidos en los deseos de la carne. (v.3) 3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, Otra característica de la vida sin Cristo es la que se manifiesta haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos. La idea es una vida volcada a la satisfacción de los placeres físicos y mentales, una vida que está centrada en el egoísmo. Los pensamientos apuntan a las acciones deliberadas de la mente en contra de Dios y su voluntad, y la referencia a la carne no debe limitarse a los pecados sexuales simplemente, la Palabra de Dios señala: 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Gálatas 5:19-21. Un hombre sin Cristo está completamente inmerso y atrapado en sus propios deseos, de los cuales no puede librarse por sí mismo. IV – Por Naturaleza Hijos de Ira (v.3) …y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. Una característica más que describe la condición natural del hombre es la de ser un “hijo de ira”, note que comienza con la palabra “éramos” ya que es la descripción marcada de un pasado sin Dios, en donde Cristo hace la diferencia. Un buen paralelo lo encontramos en 1ª Corintios 6:9-11. Note la descripción de la vida natural (v.v 9,10) y la esperanza en el Señor. (v.11) “Y esto erais algunos” señala el texto allá. El término “Hijos de Ira” amplia el término “Hijos de Desobediencia” (v.2) y denota la justa y constante condena en la que se encuentran los incrédulos. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. Juan 3:36. El verso 3 termina con la frase: lo mismo que los demás. TODOS HAN PECADO Romanos 3:9-23 (La Biblia Dios Habla Hoy) 9 ¿Qué pues? ¿Tenemos nosotros, los judíos, alguna ventaja sobre los demás? ¡Claro que no! Porque ya hemos demostrado que todos, tanto los judíos como los que no lo son, están bajo el poder del pecado, 10 pues las Escrituras dicen: « ¡No hay ni uno solo que sea justo! 11 No hay quien tenga entendimiento; no hay quien busque a Dios. 12 Todos se han ido por mal camino; todos por igual se han pervertido. ¡No hay quien haga lo bueno! ¡No hay ni siquiera uno! 13 Su garganta es un sepulcro abierto, su lengua es mentirosa, sus labios esconden veneno de víbora 14 y su boca está llena de maldición y amargura. 15 Sus pies corren ágiles a derramar sangre; 16 destrucción y miseria hay en sus caminos, 17 y no conocen el camino de la paz. 18 Jamás tienen presente que hay que temer a Dios.» 19 Sabemos que todo lo que dice el libro de la ley, lo dice a quienes están sometidos a ella, para que todos callen y el mundo entero caiga bajo el juicio de Dios; 20 porque nadie podrá decir que ha cumplido la ley y que Dios debe reconocerlo como justo, ya que la ley solamente sirve para hacernos saber que somos pecadores. 21 Pero ahora, sin la ley, Dios ha mostrado de qué manera nos hace justos, y esto lo confirman la misma ley y los profetas: 22 por medio de la fe en Jesucristo, Dios hace justos a todos los que creen. Pues no hay diferencia: 23 todos han pecado y están lejos de la presencia gloriosa de Dios. Marcos 10:18 18 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. Todo esto es la condición del mundo entero, agradecemos a Dios que a pesar de esa triste realidad hay esperanza de nueva vida en Dios por medio de Jesucristo. (Ef. 2:4-10) EL AMOR DE DIOS PARA EL MUNDO Juan 3:16 (La Biblia - Dios Habla Hoy) 16 »Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna.

lunes, 19 de junio de 2017

TOMAD LA ESPADA DEL ESPÍRITU QUE ES LA PALABRA DE DIOS

Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié. (Isaías 55:11) En todo el mundo existen personajes históricos o de ficción cuyas identidades están directamente asociadas con el arma que usan. Inglaterra tiene al rey Arturo y su espada Excalibur; el Medio Oriente, a Alí y su espada bifurcada, Zulfikar; España, al Cid y su larga espada, Tizona; Escocia, a William Wallace y su famosa espada escocesa; y Latinoamérica, al Zorro y su inseparable espada. La espada es el único elemento mencionado por Pablo que sirve para atacar. De hecho, si todo el resto de nuestra armadura se encuentra en perfectas condiciones, pero no tenemos espada, nos convertimos simplemente en un blanco móvil y muy bien protegido. Tal vez sea por ello que recordamos el nombre de la espada del rey Arturo, y no —por ejemplo— su calzado: porque aunque el resto de la armadura es vital, la espada es lo único que nos permite atacar y cumplir con nuestra misión. ¿Cómo se usaba la espada en el ejército romano? La espada romana, o gladius, llegó a ser conocida como “la espada que conquistó al mundo”. Adaptada de un diseño español, sus características en el combate cuerpo a cuerpo la convirtieron en un arma muy temida en la mano de un hábil soldado romano. Su hoja de doble filo causaba estragos entre los enemigos desprotegidos y su punta cónica podía atravesar incluso armaduras de metal. Un soldado romano de infantería que marchaba a la guerra iba armado de otras cosas además de su gladius. Llevaba consigo también una daga (pugio), una lanza (pilum) y dardos lastrados con plomo (plumbata). Sin embargo, Pablo solo nombra la espada como parte del arsenal cristiano. ¿Qué es la Palabra de Dios? "Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino". Salmos 119:105 La Palabra de Dios, la Santa Biblia, es como una fuente de luz: nos ilumina, revelando lo bueno y lo malo, la sabiduría y la ignorancia. Es una herramienta insuperable para que aprendamos a llevar la mejor vida posible, sin tropezar en la oscuridad. "Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad". Juan 17:17 La Palabra de Dios es verdad pura y simple. Podemos tener plena confianza en el hecho de que su Palabra es precisa, verdadera y perfecta. Si la seguimos, nos guiará sin equivocaciones por las sendas que necesitamos recorrer. La falta del conocimiento de Dios puede llevarnos a la destrucción (Oseas 4:6), pero si escuchamos y guardamos su Palabra, seremos bendecidos (Lucas 11:28). No obstante, el conocimiento no debe ser solo para nosotros, sino que debemos estar listos para responder a quienes nos pregunten (1 Pedro 3:15). ¿Por qué una espada? "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón". Hebreos 4:12 La potente espada del Todopoderoso es capaz de destruir todas y cada una de las defensas que puedan tener nuestros enemigos —hasta las coyunturas y los tuétanos— y cuando la blande un siervo de Dios, nada puede contra su filo y capacidad para penetrar hasta el fondo de un asunto y develar la verdad. Como soldados del ejército de Dios, tenemos la responsabilidad y el deber de usar su Palabra para discernir la verdad y luego ponerla en práctica. Cuando la Palabra de Dios nos muestra algo malo en nosotros, podemos usar esta arma espiritual para eliminar “quirúrgicamente” las acciones y los pensamientos nocivos (2 Corintios 10:4-5). A diferencia de las otras partes de la armadura de Dios —cuyo propósito es exclusivamente defensivo—, la espada está especialmente diseñada para cumplir una función ofensiva y defensiva a la vez. Una protección sólida es invaluable, pero la espada es lo único que nos permite completar la labor que se nos ha encomendado. Jesucristo usó la Biblia para contrarrestar los ataques de Satanás (Mateo 4:4, 7, 10). Debemos también aprender a vivir según “toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4). Las espadas se usan en los combates cuerpo a cuerpo. ¿Podría esto simbolizar el tipo de batallas que debe librar un cristiano? ". . . confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: “Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios”. Hechos 14:22 "Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna". Santiago 1:2-4 Cuando los romanos atacaban a sus enemigos a distancia, se valían en parte de jabalinas y dardos, pero como soldados cristianos, Dios no nos da esta opción. Si peleáramos nuestras batallas a distancia, nunca experimentaríamos una prueba verdadera. A primera vista esto no parece tan malo, pero si nos detenemos a pensar, nos daremos cuenta de que sin pruebas no hay crecimiento, y sin crecimiento no podremos entrar al Reino de Dios. Por lo tanto, aunque las pruebas sean difíciles, son esenciales en nuestra vida como cristianos. Después de todo, las promesas de Apocalipsis 2:7, 11, 17, 26 y 3:5, 12 y 21 son dadas “al que venciere”. Pablo nombra solamente un arma, porque es la única que necesitamos: no existe ningún enemigo que la Palabra y el Espíritu de Dios no puedan destruir. Por lo tanto, armados con nuestra espada, avancemos para luchar contra nuestros enemigos. La pelea es real e inmediata y está frente a nosotros. Nuestro futuro en el Reino de Dios está en juego y debemos batallar para aferrarnos al futuro que él nos ha prometido. ¿A qué promesas nos aferramos? "Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo". Mateo 24:13 "¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?". Romanos 8:31 Peleamos sabiendo el final de la historia. Dos de las muchas y poderosas promesas que Dios nos ha hecho es que si permanecemos fieles a él y a su Palabra, perseveraremos hasta el final y seremos salvos. No hay dudas en esta afirmación; las promesas de Dios son tan ciertas como la que le hizo a Isaías: “Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré” (Isaías 46:11). ¡Tomemos nuestra espada, porque la batalla es nuestra!

jueves, 15 de junio de 2017

SI AL LLEVAR TU OFRENDA AL ALTAR TE ACUERDAS DE QUE TU HERMANO TIENE ALGO CONTRA TI…

Efesios 4:1-6 … solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz (v. 3). No se sabe de quién es la culpa pero la Palabra dice: “El que se humilla será enaltecido…” Cuando le envié un e-mail a una amiga para confrontarla por una diferencia que habíamos tenido, no me respondió. ¿Me habría excedido? No quería empeorar las cosas acosándola, ni dejar todo sin resolver antes de que ella viajara al extranjero. Durante los días siguientes, cada vez que me venía a la mente, oraba por ella, sin saber cómo seguir. Entonces, una mañana, fui a caminar por el parque y la vi. Cuando me divisó, su rostro mostró el dolor que sentía. «Señor, gracias por permitirme hablar con ella», susurré mientras me acercaba con una sonrisa. Hablamos con sinceridad y pudimos resolver el problema. A veces, cuando el dolor o el silencio se entrometen en nuestras relaciones, parece que la solución está fuera de nuestro control. Pero, como dice el apóstol Pablo en su carta a los efesios, somos llamados a buscar la paz y la unidad a través del Espíritu de Dios, vistiéndonos de bondad, humildad y paciencia a medida que buscamos que Dios sane nuestra relación con otros. El Señor anhela que estemos unidos y, a través de su Espíritu, puede restaurar nuestra relación con los demás… incluso de forma inesperada, mientras paseamos por el parque. ¿Alguna vez tuviste un encuentro inesperado que reveló que Dios estaba obrando en una situación? ¿Cómo puedes ayudar a la paz y la unidad hoy? Dios desea que los creyentes sean unidos.

sábado, 10 de junio de 2017

NO DEIS LUGAR AL DIABLO QUE EL SABE APROVECHAR MUY BIEN SUS OPORTUNIDADES

Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. (Efesios 4:17-19) Hay una estrategia sutil que Satanás utiliza para controlar nuestra vida. La Biblia la llama lascivia, y significa apetito sin límites de algo. Se ha dicho que la lascivia es inmoralidad extrema; sin embargo, no empieza de esa manera. Al principio, la lascivia comienza con algunos pensamientos que parecen inocentes, pero luego se multiplican más y más hasta convertirse en pecados graves. Por ejemplo, una tarde, cuando tenía nueve años, me dejé llevar por el deseo de maldecir. Sabía que no debía hacerlo, sin embargo, lo hice. Tenía un pariente que era tan bueno para maldecir al estilo del este de Texas que yo creía que él había inventado el maldecir. Yo tenía curiosidad y quería experimentar qué se sentía. Cuando por fin me despojé de toda restricción y empecé a proferir maldiciones, cierto mal empezó a entrar en mi mente, y eso me afectó mucho por 20 años. Cierta ley fue activada y, como resultado, mi carne empezó a apoderarse de mí. No deje que Satanás se valga de la lascivia para perjudicarle. Decida tanto en su mente como en su corazón obedecer a Dios en las cosas pequeñas. Usted podrá evitar grandes fracasos, y disfrutar grandes victorias si anda en el Espíritu de Dios un paso a la vez.

martes, 30 de mayo de 2017

¡DIOS, DIOS MIO ERES TÚ, MI SALVADOR Y MI SEÑOR!

Isaías 43:3-4 Reina-Valera 1960 3 Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador; a Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti. 4 Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida. "Porque yo, el Señor, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador; a Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba a cambio de ti." Él no rebajó su alto nivel en la salvación. ¿Cómo podía Dios dar a Egipto y a Etiopía en rescate por Israel? La respuesta es simple. Dios dijo que usó a esas naciones para disciplinar a Israel, Él les permitió que trataran a los israelitas de la forma en que lo hicieron, y después las juzgaría. En el libro de Proverbios, capítulo 21, versículo 18, leemos: "Rescate por el justo será el malvado, y por los rectos, el prevaricador". ¿Se ha preguntado usted por qué Dios permitió que el enemigo se cruzara en su camino y le causara todos los problemas que tuvo? Él lo hizo, para reintegrarle a usted al camino de Sus propósitos, de Su voluntad, y para desarrollarle espiritualmente. Dios utilizó a su enemigo para liberarle a usted de las tendencias y pasiones, de su naturaleza humana. En el mismo libro de Proverbios, capítulo 11, versículo 8 se nos dice: "El justo es librado de la tribulación, pero su lugar lo ocupa el malvado". Dios ha permitido que varias personas me trataran mal. Y he hablado con Dios en cuanto a esto. Pensaba que Él me estaba tratando mal, pero entonces me di cuenta de que Dios castigaba a esas personas, y debo confesar que estaba satisfecho por ello. El Señor usó a esas personas para enderezar algunos aspectos de mi vida, y después las enderezó a ellas. "Porque a mis ojos eres de gran estima, eres honorable y yo te he amado; daré, pues, hombres a cambio de ti y naciones a cambio de tu vida." No podemos imaginar cuanto amó Dios a Israel. No podemos imaginar cuanto nos ama y cuan hermosos y valiosos somos para Él. Juan 3:16-21 De tal manera amó Dios al mundo 16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. 18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. 19 Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. 20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. 21 Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.

viernes, 26 de mayo de 2017

EL SEÑOR JESUCRISTO CONTRATA OBREROS Y LES PAGA CON SABIDURÍA

“Y saliendo cerca de la hora undécima, halló a otros que estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados?” (Mateo 20:6) LOS OBREROS DE LA VIÑA Mateo 20:1-16 Esta parábola ilustra la Gracia y Soberanía de Dios, pues Él llama a su viña a quien quiere, en el tiempo que quiere y como quiere, y está disponible hoy en este tiempo para todos las personas que están leyendo estas líneas de reflexión, pues la Escritura dice “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? (Romanos 8:34-35)”, también dice “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová (Isaías 55:8)", “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe(Efesios 2:8-9)”. Vemos como Dios llama a los desocupados, este término se refiere cuando estamos en el mundo, viviendo solo para nosotros mismos ocupados y afanados en los placeres, distracciones y entretenimiento de esta vida. Dios nos ve que realmente estamos desocupados, sin trabajar en la viña del Señor, por eso cuando decimos que no tengo tiempo para trabajar en la obra del Señor, o no puedo escuchar su Santa Palabra, o no quiero arrepentirme de la vida vacía que llevo delante de Dios, o no quiero predicar el evangelio de Jesucristo a mis compañeros de trabajo, de estudio, o no puedo ir al estudio bíblico o al servicio en la iglesia, entonces significa que estamos tan ocupados y absorbidos en nuestras labores diarias que no le dedicamos un tiempo a Dios, estas ocupaciones en el mundo no son las que Dios quiere y le agrada, pues Dios quiere que trabajemos para Él anunciando el evangelio de Salvación en este siglo malo, ya sea de tiempo completo o donde estés trabajando como su siervo. En Mateo 5:3 Jesús dice “Bienaventurados los pobres en espíritu: porque de ellos es el reino de los cielos”, estas palabras alientan nuestro corazón necesitado del aliento de vida para nuestra alma. Vemos en la historia de la parábola que unos obreros son llamados bien temprano, otros a las nueve de la mañana, otros al medio día, otros a las tres de la tarde, y por último unos a las cinco de la tarde, faltando una hora para terminar el día, esto se refiere a los diferentes tiempos a que son llamadas las personas para servirle al Señor, pero las primeras contentas y entusiasmadas, porque estaban contratados por un denario(moneda de plata equivalente a un día de trabajo ordinario) los cuales iban a ser pagados al final de la jornada. Ellos estaban pendiente de la paga, más no pensaban en trabajar contentos y con entusiasmo para que el dueño de la viña les dijera después que pueden seguir trabajando conmigo. Al final del día para la paga, el dueño de la viña llama al mayordomo y le da la instrucción de pagarle primero a los últimos que contrató por trabajar en la viña, es decir, los que trabajaron sólo una hora, y también recibirían el pago de un denario igual a los que trabajaron todo el día. Los primeros obreros al enterarse de que los últimos le pagaron un denario, pensaron que les pagarían más de un denario, pues ellos trabajaron más que los de una hora. Cuan sorprendidos estaban al enterarse que recibirían el mismo pago de los que trabajaron una hora. Al recibir el pago, ellos murmuraron diciendo: “Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día(v.12)”; con todo temor en el Señor lo digo, que en muchos casos podemos comportarnos como cristianos que tienen el ojo lleno de envidia, ya que cuando Dios nos llama a su servicio, unos son llamamos a predicar el evangelio en el ministerio pastoral de tiempo completo, otros en su trabajo secular, otros a las misiones en otros países, otros plantando iglesias, otros enseñando la palabra, otros ayudando económicamente para el ministerio y los necesitados, es decir, cada uno tiempo un rol en esta tierra, pero todos servimos al mismo Señor Jesucristo, pero en este proceso algunas personas pueden ser instrumentos de Dios más rápido que otras, conforme al propósito al que fue llamado cada uno por Dios, y es ahí donde debemos pensar que en esta tierra donde todos le trabajamos al mismo Señor, no por una buena paga, o porque si trabajamos más tendremos un lugar de honor en el reino, este problema paso con Santiago y Juan, como lo vemos en Mateo 20: 20-28, cuando quisieron tener lugar de honor en el reinado del Mesías, cuan sorprendidos estaban cuando el Señor, les dijo “y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos(Mateo 20:27-28), y esta es una buena enseñanza y enorme del evangelio, Dios nos salva por su gracia, pues estábamos desocupados en el mundo, sumergidos en vuestros delitos y pecados y nos llama a trabajar en su viña con el entusiasmo y la alegría para con el Señor trabajando, pues el Señor de la viña fue muy bondadoso en darles trabajo y pagarle acorde como Él quería. Es importante recalcar que a medida que pasa el tiempo podemos llegar a pensar que llevo muchos años siendo cristiano y me merezco mucho más que los recién convertidos que no saben mucho de doctrina y no le han dedicado tiempo en la iglesia, pero ellos tienen algo que por lo general no se ve en los cristianos “maduros”(por así decirlo) y es el gozo de la salvación en Dios(Salmos 51), mantener el primer amor en Cristo es una lucha que tenemos en toda nuestra vida, mientras estemos en aquí la tierra. No dejes que tu ojo sea malo, porque sino todo tu cuerpo es malo, en la Escritura dice “La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas? Mateo 6:23-24)”. Por esa razón, es que al final de la parábola dice “Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos”.

sábado, 20 de mayo de 2017

LLAMAMIENTO A VOLVER A DIOS

Diles, pues: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Volveos a mí, dice Jehová de los ejércitos, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. (Zacarías 1:1-6) "En el octavo mes del año segundo de Darío, vino palabra del señor al profeta Zacarías hijo de Berequías, hijo de Iddo, diciendo:" En el octavo mes, del año segundo de Darío. La fecha fue dada durante el reinado de un rey gentil, porque en esa época no había rey en la tierra de Israel, ni en la de Judá. El linaje de David ya no estaba en el trono, y había comenzado lo que se denominó "el tiempo de los gentiles". El segundo año del rey Darío fue el mismo año en que inició su profecía Hageo. Hageo comenzó a profetizar en el mes sexto del segundo año del rey Darío. La fecha de inicio de la profecía de Zacarías: fue el año 520 A.C. Zacarías inició su profecía en el mes octavo. Durante este mes Hageo no comunicó ningún mensaje profético; había profetizado durante el mes de septiembre, en octubre y en diciembre, pero no en noviembre. Este dato es una nueva confirmación de que Hageo y Zacarías eran contemporáneos. Zacarías utilizó una expresión que también fue lenguaje de Hageo: vino palabra de Jehová. Es decir, él habló respaldado por la misma autoridad con la que habló Hageo. Esa frase se repite 14 veces a lo largo de este libro. El énfasis y la autoridad del libro radican en esta afirmación. Luego, en el versículo 2 de este primer capítulo de Zacarías, leemos: "Se enojó el Señor en gran manera contra vuestros padres." Este profeta habló con la misma autoridad que lo hizo Hageo. Es decir, que esta es la palabra de Jehová. Él habló al remanente que había regresado. Y está advirtiéndoles que no sigan en los pasos o en los caminos, que habían recorrido sus padres antes de ser llevados a la cautividad. Él les dijo: "La razón por la cual vosotros fuisteis a la cautividad fue porque el Señor estaba disgustado con vuestros padres. Ellos habían pecado contra Dios. Ahora nosotros no queremos cometer la misma equivocación". En el versículo 3, él dijo: "Diles, pues: Así ha dicho el Señor de los ejércitos:" Nuevamente nos encontramos con la misma expresión: Así ha dicho el Señor de los ejércitos. Es interesante notar cómo se nombra en este versículo a Dios: se le llamó "el Señor de los ejércitos". Muchos de los títulos que se le han dado a Dios han llegado a perder su significado para nosotros. Bien, ¿qué es lo que quiere decir en realidad "el Señor de los ejércitos"? En todo el libro se mencionó esta expresión unas 52 veces. Es, por lo tanto, una expresión que tiene su importancia. Ahora, la palabra "ejércitos" es la palabra hebrea "haba", y significa servicio o fortaleza, o aun guerra. El Señor de los ejércitos significa que "dispone de recursos sin límites que están a su disposición para el bien de Su pueblo". Como también los tenemos hoy, los hijos de Dios, los creyentes, según escribió el apóstol Pablo: "Él es rico en misericordia". (Efesios 2:4). Dios tiene todo poder. Así es que podemos preguntarle: ¿Qué es lo que necesita usted hoy, amigo oyente? ¿Un poco de misericordia? Bueno, Él la tiene en abundancia. Él es rico en misericordia. Él puede darle misericordia a usted. Él es "el Señor de los ejércitos". Notemos ahora lo que dice este versículo 3, del capítulo 1 de Zacarías: "Diles, pues: Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Volveos a mí, dice el Señor de los ejércitos, y yo me volveré a vosotros, ha dicho el Señor de los ejércitos." Habrá observado que la expresión "el Señor de los ejércitos" se reitera tres veces en este versículo, y luego se vuelve a mencionar en el siguiente versículo. Veamos lo que Dios dijo en el versículo 4: "No seáis como vuestros padres, a los cuales clamaron los primeros profetas, diciendo: Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Volveos ahora de vuestros malos caminos y de vuestras malas obras; y no atendieron, ni me escucharon, dice el Señor." Esta fue una advertencia para el pueblo. El libro comenzó de una forma muy práctica, ¿no le parece? Lo que Dios estaba diciendo aquí era lo siguiente: "Vuestros padres no querían prestarle atención a los profetas que Yo les envié. Yo les envié a Oseas, les envié a Joel, envié a Amós. También envié a Isaías y Jeremías. Envié a todos esos profetas, y ellos no les escucharon. No prestaron atención a ninguno de ellos. Esa es la razón por la cual fuisteis a la cautividad". Por eso dice en este versículo 4: "No seáis como vuestros padres, a los cuales clamaron los primeros profetas, diciendo: Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Volveos ahora de vuestros malos caminos y de vuestras malas obras; y no atendieron, ni me escucharon, dice el Señor." Luego, en el versículo 5, Dios les formuló la siguiente pregunta: "Vuestros padres, ¿dónde están? y los profetas, ¿han de vivir para siempre?" El pueblo de Israel ya no podía escuchar las voces de los profetas. Es decir, otros profetas como Jeremías, Isaías, Oseas, Joel y Amós ya habían muerto. Sus voces fueron silenciadas. Dios también les preguntó, ¿dónde están vuestros padres? Bueno, la generación anterior, los padres, todos ellos estaban sepultados en Babilonia. Pero ése no era un lugar apropiado para un israelita, porque para los hebreos siempre fue muy importante el ser sepultado en su propia tierra. Aun Jacob, ya anciano, en la tierra de Egipto, hizo jurar a José, su hijo, que no le sepultaría en Egipto. Él quería ser llevado y sepultado en la tierra de sus padres, y allí es donde descansan sus restos, en Hebrón, en Israel. Y, ¿por qué ese anhelo de regresar a la tierra de los antepasados? Jacob confiaba que el día, cuando Dios le va a levantar de los muertos, junto con los demás patriarcas, los israelitas piadosos, vivirían en esa tierra prometida. Esa era su esperanza, de ser resucitados de la muerte, allí en su tierra. Y por tanto, todos querían recibir sepultura en su tierra. Si usted ha tenido oportunidad de visitar la ciudad de Jerusalén, en Israel, sabe que ante las puertas orientales, sobre el valle de Hebrón, y hasta la ladera del Monte de los Olivos, hay muchísimas tumbas de israelitas que fueron sepultados allí. ¿Por qué fueron sepultados allí? La razón principal es que allí esperan ver al Mesías llegar un día a la tierra. La pregunta de Zacarías es muy pertinente, "vuestros padres, ¿dónde están?" Bueno, ellos fueron sepultados en Babilonia, al lado de los canales de Babilonia. No era el lugar apropiado para un israelita el recibir sepultura lejos de la tierra, la tierra prometida, porque su esperanza se encontraba lejos, en esta tierra de Israel. Debía ser muy triste, y hasta traumático, para aquellos que regresaron de la cautividad, de Babilonia, y debían dejar a sus seres queridos, a sus familias, sepultados en tierra extraña, en tierra de esclavitud, vergüenza y humillación. Dios les hizo una seria advertencia. Y luego dijo, en el versículo 6 de este capítulo 1 de Zacarías: "Pero mis palabras y mis ordenanzas que mandé a mis siervos los profetas, ¿no alcanzaron a vuestros padres?" Es decir, ¿no sucedió así con vuestros padres? Vino el juicio, o sea que, vuestros pecados os han alcanzado. El versículo 6 concluye diciendo: "Por eso volvieron ellos y dijeron: Como el Señor de los ejércitos pensó tratarnos conforme a nuestros caminos, y conforme a nuestras obras, así lo hizo con nosotros." Así que, finalmente, ellos estaban dispuestos a admitir que todo lo malo que les había sucedido como juicio de parte de Dios, era justo, porque Él les había advertido de las nefastas consecuencias. Pero ellos no le habían escuchado. Ahora Zacarías estaba presentando nuevamente una advertencia al pueblo. ¿Qué podemos aprender para nuestras vidas acerca de lo que acabamos de leer? Encontramos por un lado advertencias y por otra parte un llamado: advertencia a no tomar en vano los consejos de Dios; y un llamado a volver a Él, con arrepentimiento

martes, 16 de mayo de 2017

¡OH QUE AMIGO NOS ES CRISTO!

Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino (v. 18). Génesis 14:17-24 El poeta Samuel Foss escribió: «Déjame vivir junto al camino y ser amigo del hombre» (The House by the Side of the Road [La casa junto al camino]). Eso es lo que quiero ser: un amigo para los demás. Quiero estar junto al camino, a la espera de los viajeros cansados. Quiero buscar a los que han sido maltratados, que llevan la carga de un corazón atribulado y desilusionado. Deseo sustentarlos y renovarlos con una palabra de ánimo antes de despedirlos. Quizá no pueda «arreglarlos» a ellos o sus problemas, pero puedo dejarles una bendición. Melquisedec, rey de Salem y sacerdote, bendijo a Abram cuando este regresó cansado de una batalla (Génesis 14). Una «bendición» es algo más que un buen deseo. Bendecimos a los demás cuando los llevamos a Aquel que es la fuente de toda bendición. Melquisedec bendijo a Abram, diciendo: «Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra» (v. 19). Podemos bendecir a otros orando con ellos, y llevarlos con nosotros al trono de la gracia para encontrar ayuda en tiempo de necesidad (Hebreos 4:16). Tal vez no podamos cambiar sus circunstancias, pero podemos mostrarle a Dios. Es lo que hace un verdadero amigo. Jesús, enséñanos a ser un amigo para los demás, como tú eres nuestro amigo. Una gran parte de amar es escuchar.

jueves, 11 de mayo de 2017

EL SEÑOR QUITA LA VIDA Y LA DA; NOS HACE BAJAR AL SEPULCRO Y DE ÉL NOS HACE SUBIR

… quisiera partir y estar con Cristo […] pero por el bien de ustedes, es mejor que siga viviendo (v. 23-24). Filipenses 1:21-26 Una anciana llamada Violeta estaba sentada sobre su cama en una enfermería, y sonrió cuando unos adolescentes fueron a visitarla. El aire caliente del mediodía abatía sin tregua, pero ella no se quejaba. En cambio, sonrió de oreja a oreja y cantó: « ¡Voy corriendo, brincando, saltando y alabando al Señor!». Mientras cantaba, agitaba los brazos como si estuviera corriendo. Los ojos de los que la rodeaban se llenaron de lágrimas, porque Violeta no tenía piernas. Estaba cantando porque, según ella: «En el cielo, tendré piernas para correr». El gozo y la expectativa de Violeta sobre el cielo le añaden un nuevo vigor a las palabras de Pablo en Filipenses 1: «Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor» (v. 22-23). Todos enfrentamos momentos difíciles que pueden hacer que anhelemos la promesa del alivio celestial. Pero, así como Violeta se goza a pesar de sus circunstancias actuales, nosotros también podemos seguir «corriendo, brincando, saltando y alabando al Señor», tanto por la vida abundante que nos da aquí como por el gozo supremo que nos espera. Señor, cuando pase por momentos difíciles, ayúdame a encontrar gozo. Cuando Dios nos da un nuevo comienzo, descubrimos una alegría incesante.

martes, 2 de mayo de 2017

NOSOTROS SOLO APOYAMOS NUESTRA MANO PERO EL QUE TOCA REALMENTE ES EL SEÑOR

Jesús extendió la mano y le tocó… (v. 3). Mateo 8:1-4 A Kiley le encantó la idea de ir a una zona remota de África oriental para ayudar en una misión médica, pero estaba intranquila. No tenía experiencia médica. Aun así, podía proporcionar primeros auxilios. Mientras estaba allí, conoció a una mujer con una enfermedad espantosa pero curable. La pierna deformada de la mujer la impresionaba, pero Kiley sabía que tenía que hacer algo. Mientras le limpiaba y vendaba la pierna, su paciente empezó a llorar. Preocupada, Kiley le preguntó si la estaba lastimando. «No —respondió—. Es la primera vez que alguien me toca en nueve años». La lepra es otra enfermedad que puede hacer que sus víctimas sean repulsivas para los demás, y en la antigua cultura judía, había pautas estrictas para evitar su contagio. Sobre el leproso, la ley declaraba: «habitará solo; fuera del campamento será su morada» (Levítico 13:46). Por eso es tan increíble que un leproso se acercara a Jesús para pedirle: «Señor, si quieres, puedes limpiarme» (Mateo 8:2). «Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio» (v. 3). Al tocar la pierna enferma de una mujer solitaria, Kiley empezó a mostrar el amor valiente de Jesús, que tiende puentes. Un solo toque marcó la diferencia. Señor, quiero expresar el amor valiente que demostraste al caminar sobre esta Tierra. ¿Qué puede pasar si superamos el temor y permitimos que Dios nos utilice?

jueves, 27 de abril de 2017

ERRAR ES HUMANO Y PERDONAR ES DIVINO

Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen… (v. 34). Lucas 23:32-34 Cuando una amiga me traicionó, sabía que tendría que perdonarla, pero no estaba segura de poder hacerlo. Sus palabras me hirieron profundamente, y me sentí aguijonada por el dolor y el enojo. Aunque hablamos y le dije que la perdonaba, durante mucho tiempo, cada vez que la veía, sentía puntadas de dolor, y me di cuenta de que todavía albergaba algo de resentimiento. Sin embargo, un día, Dios respondió mis oraciones y me dio la capacidad de dejar atrás todo por completo. Por fin, era libre. El perdón es fundamental para la fe cristiana, ya que nuestro Salvador nos perdonó, incluso mientras moría en la cruz. Jesús perdonó a los que lo clavaron allí, y oró al Padre para que los perdonara. No guardó amargura ni enojo, sino que mostró gracia y amor a aquellos que lo habían tratado injustamente. Si tengo el Espíritu Santo que es el Espíritu de Dios es garantía de que pertenezco a la Divinidad de Dios y por naturaleza perdono. Es un buen momento para considerar delante del Señor a cualquiera que tengamos que perdonar, para seguir el ejemplo de Jesús y extenderles su amor a los que nos lastiman. Cuando le pedimos a Dios a través de su Espíritu que nos ayude a perdonar, Él lo hace… aunque nos lleve tiempo perdonar. Cuando lo hacemos, somos libres de la prisión de no saber perdonar. Señor Jesús, a través de tu gracia y tu poder al habitar en mí, ayúdame a perdonar, para que tu amor me libere. Aun en la cruz, Jesús perdonó a los que lo hirieron.

sábado, 22 de abril de 2017

HAY VECES EN QUE NO TENEMOS QUE VER POR DONDE VAMOS SINO PEDALEAR NOMÁS…

… el Señor había dicho a Abram: Vete […] a la tierra que te mostraré (v. 1). Génesis 12:1-9 Para nuestro aniversario de bodas, mi esposo alquiló una bicicleta tándem para que disfrutáramos de una romántica aventura juntos. Al empezar a pedalear, pronto me di cuenta de que, como yo iba atrás, los amplios hombros de mi esposo eclipsaban mi visión del camino. Además, mi manubrio era fijo y no afectaba la dirección de la bicicleta. El manubrio frontal era el que determinaba nuestra dirección; el mío servía solo para apoyarme. Tenía la opción de sentirme frustrada por mi falta de control o disfrutar del paseo y confiar en que Mike nos guiaría a salvo por el camino. Cuando Dios le pidió a Abram que dejara su tierra y su familia, no le dio demasiada información respecto al destino. Nada de coordenadas geográficas. Ninguna descripción de la nueva tierra o de sus recursos naturales. Ni siquiera una indicación del tiempo que llevaría llegar allí. Dios simplemente le dijo que fuera a la tierra que le mostraría. La obediencia de Abram a la instrucción divina, a pesar de la falta de detalles que la mayoría de los humanos anhela, se le atribuye como fe (Hebreos 11:8). Si nos enfrentamos a la incertidumbre o la falta de control en nuestra vida, imitemos el ejemplo de Abram de confiar en Dios y seguirlo. Él nos guiará bien. Señor, ayúdame a confiar en ti en los momentos inciertos de mi vida. Podemos confiar en la guía de Dios.

lunes, 17 de abril de 2017

“PONED LA MIRA EN LAS COSAS DE ARRIBA, NO EN LAS DE LA TIERRA…”

Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar (Hebreos 12:3) Mire hacia arriba, porque en tiempos como el presente su vida puede depender de ello. Hace algún tiempo el Señor me mostró que un espíritu de decaimiento está tratando de infiltrarse en nuestras vidas por medio de la tensión y las malas noticias que a diario vemos a nuestro alrededor. Este espíritu nos bombardea con fuerzas negativas para que quitemos los ojos de la Palabra de Dios y miremos hacia abajo, a la derrota, y no hacia arriba, a Jesús. Si usted le da lugar a esa manera de pensar, su hombre espiritual comenzará a perder el dominio. Pero la Palabra le dice cuál será la consecuencia si deja que eso suceda: su ánimo decaerá hasta desmayar. Jesús lo describe de la manera siguiente en Marcos 4. Él dice que cuando los afanes de este mundo entran en el corazón y en la mente, ahogan la Palabra, y se hace infructuosa. Pero como la fe es producto de la Palabra, la fe se marchita, y cuando la fe se marchita, usted irá rumbo al fracaso. ¿Qué puede usted hacer para detener esa reacción en cadena del decaimiento de ánimo? Mire hacia arriba, vuelva los ojos a Jesús. En las competencias atléticas, cuando algún atleta baja la cabeza, su adversario deja de considerarlo un reto para él porque podrá vencerlo con facilidad. Mantenga su frente levantada y considere a Jesús. No se fije en los afanes de este mundo, sino en Jesucristo, el Autor y Consumador de la fe. Considere lo que Dios dice en su Palabra y deje que sus pensamientos le impulsen y le muevan. Haga de los pensamientos de Jesús sus pensamientos. Mire hacia arriba. No ponga sus ojos en las circunstancias que le rodean sino en la Fuente celestial. No tenga temor de perderlo todo; Dios es su fuente, no el mundo. El puede cuidar de usted no importa lo que esté pasando a su alrededor. Si se ha sentido decaído recientemente, levante su vista y su frente, Dios y Jesús están arriba, pero el diablo está abajo, debajo de sus pies. Así que, mire hacia lo alto. Isaías 40:21-31

miércoles, 12 de abril de 2017

VOLVEOS A DIOS Y EL SE VOLVERÁ HACIA USTEDES

Vuelvan verdaderamente al buen juicio, y no pequen, pues algunos de ustedes no conocen a Dios. Digo esto para que se avergüencen (1 Corintios 15:34) Como primera acción por la mañana, no se despierte pensando que es tan sólo un día más. Haga lo que la Palabra de Dios establece: «Vuelvan verdaderamente al buen juicio... y dejen de pecar». Despierte pensando en la gloriosa realidad de que usted ha sido hecho la justicia de Dios en Cristo Jesús, y que se le ha dado una posición justa con el Dios Altísimo. ¿Por qué? Porque mañana y todos los días de su vida en esta Tierra, Satanás tratará de convencerlo de que usted no tiene ningún derecho de recibir los beneficios de Dios. Tratará de llevarlo de nuevo al cautiverio para que usted peque y así poder controlar su vida. Pero Satanás no podrá hacerlo si usted despierta todos los días con la realidad de quién es usted en Cristo. La siguiente, es una confesión que puede hacer en oración para que esa verdad se avive en usted: Padre, hoy confieso de nuevo a Jesucristo como mi Señor y Salvador. Señor, Tú eres la cabeza de mi vida. Me rindo a ti por completo. Ahora mi voluntad es Tu voluntad. Mis planes son Tus planes. Como una nueva creación en Cristo Jesús, acepto el don de justicia y todo lo que ese don incluye: salud, prosperidad, paz, gozo y vida abundante. Me despojo de todo peso y del pecado que tan fácilmente me asedia. Ahora pongo mis ojos en Jesús, el Autor y Consumador de mi fe. De acuerdo con Tu Palabra, ahora puedo gobernar como rey en esta vida. El poder del pecado y de la muerte en mi vida ha sido vencido. Las fuerzas del mal ya no ejercen dominio sobre mí, pues mi vida está en las manos del Dios que gobierna sobre todos los dioses. Soy más que vencedor por medio de Aquel que me ama. Hoy decido vivir consciente de mi posición justa contigo, Señor, y en cada paso acercarme más y más a ti. Gracias por el don de justicia. Gracias a ese don puedo hacer todas las cosas en Cristo Jesús que me fortalece. En el nombre de Jesús. Amén.

jueves, 30 de marzo de 2017

CUANDO DIOS PERMITE QUE UNO PARTA ÉL YA TIENE PREPARADO ALGO MUCHO MEJOR PARA LOS QUE QUEDAMOS SI SI

Yo voy a morir; mas Dios ciertamente os visitará, y os hará subir de esta tierra… (v. 24). Génesis 50:22-26 Nunca voy a olvidar haber estado sentada al lado de la cama del hermano de mi amiga cuando él murió. La sensación fue que lo extraordinario visitaba lo común y corriente. Éramos tres los que conversábamos en voz baja cuando nos dimos cuenta de que Richard empezaba a tener dificultades para respirar. Lo rodeamos, mirándolo, esperando y orando. Cuando exhaló su último aliento, fue como un momento sagrado; la presencia de Dios nos envolvió en medio de las lágrimas tras la muerte de un hombre maravilloso de poco más de 40 años de edad. Muchos héroes que compartían nuestra fe experimentaron la fidelidad de Dios cuando murieron. Por ejemplo, Jacob anunció que, en breve, se reuniría con los suyos (Génesis 49:29-33). Su hijo, José, mientras daba instrucciones a sus hermanos sobre cómo permanecer firmes en la fe, también anticipó que moriría pronto: «Yo voy a morir». Al parecer, tenía paz, pero estaba ansioso de que sus hermanos confiaran en el Señor (50:24). Nadie sabe cuándo ni cómo dará su último aliento, pero podemos pedirle a Dios que nos ayude a confiar en que Él estará a nuestro lado. Podemos tener la certeza de que Jesús está preparando un lugar para nosotros en la casa de su Padre (Juan 14:2-3). Señor, que tú poder sobre la muerte y la esperanza del cielo sequen mis lágrimas. El Señor nunca nos abandonará; en especial, en el momento de nuestra muerte.

domingo, 26 de marzo de 2017

POR ESO NO TIENES DISCULPA, TÚ QUE JUZGAS A OTROS, NO IMPORTA QUIÉN SEAS. AL JUZGAR A OTROS TE CONDENAS A TI MISMO, PUES HACES PRECISAMENTE LO MISMO QUE HACEN ELLOS

¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno?… (v. 4). Romanos 14:1-12 Cuando unos alumnos del sudeste de Asia conocieron a un maestro norteamericano, este aprendió una lección. Después de tomarle a la clase un examen de elección múltiple, se sorprendió al ver que no habían contestado muchas preguntas. Mientras les devolvía las hojas corregidas, sugirió que, la próxima vez, en lugar de dejar el espacio en blanco, eligieran una respuesta al azar. Sorprendido, uno de los alumnos levantó la mano y preguntó: « ¿Y si, por casualidad, elijo la respuesta correcta? Implicaría que la sé, pero no es cierto». El alumno y el maestro tenían perspectivas y prácticas diferentes. En la época del Nuevo Testamento, los judíos y los gentiles convertidos a Cristo llegaban con perspectivas tan diferentes como las de Oriente y Occidente. Poco después, no coincidían en temas como qué días adorar y qué podía comer o beber un seguidor de Cristo. El apóstol Pablo los instó a recordar algo importante: nadie está en condiciones de conocer ni juzgar el corazón de otra persona. Para mantener la armonía entre los creyentes, Dios nos exhorta a entender que somos responsables ante Él, y a actuar conforme a su Palabra y nuestra conciencia. Solo Él está en condiciones de juzgar las actitudes de nuestro corazón (Romanos 14:4-7). Señor, que no juzguemos a quienes ven las cosas de manera diferente. Sé lento para juzgar a los demás, pero rápido para juzgarte a ti mismo.

martes, 21 de marzo de 2017

EL SEÑOR ESTARÁ CON USTEDES, SIEMPRE Y CUANDO USTEDES ESTÉN CON ÉL. SI LO BUSCAN, ÉL DEJARÁ QUE USTEDES LO HALLEN; PERO SI LO ABANDONAN, ÉL LOS ABANDONARÁ…

… vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra (v. 3). Oseas 6:1-4 Necesitaba un descanso y fui a caminar por un parque cercano. Mientras andaba por un sendero, una ráfaga de verde me llamó la atención. En medio del barro, aparecían brotes de vida que, en pocas semanas, se convertirían en alegres narcisos, anunciando la llegada de la primavera y el calor. ¡Había pasado otro invierno…! Cuando leemos el libro de Oseas, ciertas partes pueden parecer un invierno implacable. El Señor le encomendó a este profeta la desagradable tarea de casarse con una mujer infiel, como un cuadro del amor del Creador por Israel (1:2-3). Gomer, la esposa de Oseas, rompió los votos matrimoniales, pero el profeta la recibió de nuevo, anhelando que ella lo amara con devoción (3:1-3). Del mismo modo, el Señor desea que lo amemos con una intensidad y consagración que no se evapore como el rocío matinal. ¿Cómo es nuestra relación con Dios? ¿Lo buscamos mayormente en los momentos difíciles, tratando de encontrar respuestas en medio de nuestra angustia, pero lo ignoramos durante las etapas felices? ¿Somos como los israelitas, fácilmente atraídos por los ídolos de nuestra época como el exceso de actividades, el éxito o la posición? Consagrémonos hoy nuevamente al Señor, cuyo amor por nosotros es tan indudable como que las flores aparecen en primavera. Señor, ayúdame a amarte de todo corazón. Aunque le seamos infieles a Dios, Él nunca se alejará de nosotros.

viernes, 17 de marzo de 2017

EN LA VOLUNTAD DE DIOS ESTA LA VERDADERA ELECCIÓN

… Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda (v. 9). Génesis 13:1-18 En algunas culturas, se espera que un joven permita que una persona mayor entre primero a una habitación. En otras, entra antes el individuo más importante o de mayor rango. Al margen de las tradiciones, a veces, nos resulta difícil dejar que otro elija primero en cuestiones importantes; en especial, cuando ese derecho nos pertenece a nosotros. Abram (llamado después Abraham) y su sobrino Lot tenían tantos rebaños, ganado y tiendas que la tierra no era suficiente para ambos mientras viajaban juntos. Para evitar conflictos, Abram sugirió que se separaran, y permitió generosamente que Lot escogiera primero. Su sobrino eligió el fértil valle del Jordán, y le dejó a su tío la región menos deseada. Abram, en vez de imponer sus derechos como el mayor, confió su futuro a Dios: «Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora altercado entre nosotros dos […]. ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda» (Génesis 13:8-9). Al final, la elección de Lot trajo consecuencias terribles a toda su familia (ver Génesis 19). Hoy, al enfrentar diversas decisiones, podemos confiar en la guía de Dios. Él prometió cuidarnos y suplir siempre nuestras necesidades. Señor, guíame hoy a elegir bien.

martes, 7 de marzo de 2017

SI TUVIEREIS FE COMO UN GRANO DE MOSTAZA, DIRÉIS A ESTE MONTE: PÁSATE DE AQUÍ ALLÁ, Y SE PASARÁ; Y NADA OS SERÁ IMPOSIBLE.

[El Señor dijo:] Hasta aquí llegarás, y no pasarás adelante, y ahí parará el orgullo de tus olas (v. 11). Job 38:1-18 El rey Canuto era uno de los hombres más poderosos de la Tierra en el siglo xi. Según la historia, ordenó que pusieran su silla a la orilla del mar mientras subía la marea. «Estás sujeto a mí —le dijo al mar—. Te ordeno que no cubras mi tierra, ni mojes la ropa ni las piernas de tu amo». Sin embargo, la marea siguió subiendo y le mojó los pies. Esta historia suele relatarse para hablar del orgullo de Canuto. Pero, en realidad, se trata de la humildad. «Que el mundo entero sepa que el poder de los reyes no existe —agregó Canuto—, excepto el de Aquel cuya voluntad obedecen el cielo, la tierra y el mar». ¿La moraleja?: Dios es el único todopoderoso. Job descubrió lo mismo. Todos somos pequeños comparados con Aquel que fundó la Tierra (Job 38:4-7), que manda que la noche termine y el día comience (vv. 12-13), que almacena la nieve y dirige las estrellas (vv. 22, 31-33). Hay un solo Rey de las olas, y no somos nosotros (v. 11; Mateo 8:23-27). Es bueno recrear esta historia cuando uno empieza a jactarse de su propia inteligencia y capacidades. Vayamos a una playa y digámosle a la marea que se detenga, o tratemos de ordenarle al sol que no salga. De inmediato, recordaremos quién es el verdaderamente supremo y le daremos gracias por gobernar nuestras vidas. Señor, me postro ante ti con humildad. Dios es grande, nosotros somos pequeños, y eso es bueno.

miércoles, 1 de marzo de 2017

EL SEÑOR DEL UNIVERSO DÁNDONOS EJEMPLO DE OBEDIENCIA AL PADRE

… que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional (Romanos 12:1). Mateo 27:45-54 Al joven Isaac Watts no lo satisfacía la música de la iglesia; entonces, su padre lo desafió a escribir algo. Y lo hizo. Su himno La cruz sangrienta al contemplar es unos de los himnos evangélicos más conocidos, traducido a muchos idiomas. Las palabras de adoración de la tercera estrofa nos llevan a ver a Cristo crucificado: Sus manos, su costado y pies, De sangre manaderos son; Y las espinas de su sien, Mi aleve culpa las clavó. La crucifixión que describe Watts de forma tan poética refleja el momento más terrible de la historia. El Hijo de Dios se esfuerza por respirar, sostenido por agudos clavos que le atraviesan la carne. Después de horas de tortura, el Señor del universo entrega su espíritu. Un terremoto sacude la escena, y el grueso velo del templo se rasga por la mitad. Los sepulcros se abren, y cuerpos resucitados caminan por la ciudad (Mateo 27:51-53). Ante semejantes sucesos, el centurión exclamó: «Verdaderamente éste era Hijo de Dios» (v. 54). Respecto al poema de Watts, la Fundación Poetry afirma: «La cruz reordena todos los valores y anula todas las vanidades». La única manera en que podía concluir este himno es: «Y qué podré yo darte a ti / A cambio de tan grande don. / Es todo pobre, todo ruin / Toma, oh Señor, mi corazón». 7 Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. 8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; 9 y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen; 10 y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec (Hebreos 5:7-10) Señor, te entrego hoy mi vida entera. Es nuestro privilegio darle todo lo que tenemos a Aquel que nos dio todo en la cruz.

miércoles, 22 de febrero de 2017

¡SEÑOR TU GRACIA ES MEJOR QUE LA VIDA!

… Jesús le dijo: Ni yo te condeno… (Juan 8:11). Mt. 5:43-48; Jn. 8:9-11 L a enseñanza de Jesús sobre los ideales absolutos y la gracia total parece contradictoria. Jesús nunca rebajó el ideal de la perfección. Al joven rico, le dijo: «Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto» (Mateo 5:48). Y a un experto en la ley, que le preguntó sobre el mandamiento más importante, le explicó: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente» (22:37). Nadie ha cumplido perfectamente estos mandamientos. Sin embargo, el mismo Jesús ofrece tiernamente gracia total. Perdonó a una adúltera, a un ladrón en la cruz, a un discípulo que negó conocerlo y a un hombre llamado Saulo que perseguía a los cristianos. La gracia es absoluta y para todos, y alcanza incluso a aquellos que clavaron a Jesús en la cruz. «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen» rogó el Señor mientras agonizaba (Lucas 23:34). Durante años, me sentía tan indigno al considerar los ideales absolutos de Jesús, que no captaba la idea de la gracia. Sin embargo, cuando entendí este mensaje dual, descubrí que el concepto de la gracia emana a través de la vida y las enseñanzas de Cristo. La gracia es para todos los que no pueden seguir adelante por sí solos. La gracia es para todos. Señor, tu gracia me asombra. Quiero hoy disfrutarla. Jesús cumplió los requisitos perfectos de la ley para que podamos disfrutar de la paz perfecta de su gracia.

domingo, 12 de febrero de 2017

LOS VERDADEROS OBREROS SON ENCAMINADOS…

… abundad también en esta gracia (2 Corintios 8:7). Lucas 8:1-8 El niño tenía solo ocho años cuando le anunció a Guille, un amigo de sus padres: «Amo a Jesús y, algún día, quiero servirlo en otro país». Durante diez años, Guille oró por él mientras lo veía crecer. Tiempo después, cuando este joven presentó una solicitud a una organización misionera para ir a Mali, Guille le dijo: « ¡Ya era hora! Cuando escuché lo que querías hacer, invertí un poco de dinero y lo he estado ahorrando para ti, esperando esta noticia emocionante». El corazón de Guille vibraba por ayudar a otros y colaborar para que la gente conociera la buena noticia de Dios. Jesús y sus discípulos necesitaron sustento financiero mientras viajaban de un lugar a otro anunciando la buena noticia de la salvación (Lucas 8:1-3). Un grupo de mujeres que habían sido sanadas de demonios y enfermedades los sustentaban «con sus bienes» (v. 3): María Magdalena, liberada de siete demonios; Juana, esposa de un funcionario de la corte de Herodes; Susana, de quien no se sabe nada; y «otras muchas» (v. 3). Pero sí sabemos que Jesús había suplido sus necesidades espirituales. Ahora, ellas lo ayudaban a Él y a sus discípulos con recursos financieros. Cuando consideramos lo que Jesús ha hecho por nosotros, su corazón por los demás se hace nuestro. Preguntémosle cómo desea utilizarnos. Señor, muéstrame cómo puedo ayudar a tu obra. Jesús lo dio todo; Él merece todo de nosotros.

sábado, 11 de febrero de 2017

TÚ MES HAS EXAMINADO Y CONOCIDO

Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos (v. 3). Salmo 139:1-18 Nuestro hijo y nuera tuvieron que ir de urgencia al hospital porque nuestro nieto tenía neumonía y bronquitis. Nos preguntaron si podíamos ir a buscar a su otro hijo, de cinco años, a la escuela y llevarlo a casa. Con mi esposa, estábamos encantados de poder hacerlo. Cuando el pequeño subió al auto, mi esposa le preguntó: « ¿Te sorprendió que nosotros viniéramos a buscarte?». A lo que él respondió: « ¡No!». Cuando le preguntamos por qué no, dijo: « ¡Porque yo sé todo!». Un niño de cinco años afirma saberlo todo, pero los que somos un poco mayores sabemos que no es así. A menudo, tenemos más preguntas que respuestas. Nos preguntamos sobre los porqués y las circunstancias de la vida… olvidando muchas veces que, aunque nosotros no sepamos todo, sí conocemos al Dios que todo lo sabe. Salmos 139:1-3 habla del conocimiento ilimitado e íntimo que nuestro Dios omnisciente tiene de nosotros. David declara: «Tú me has examinado y conocido. […]. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos». ¡Qué consolador es saber que Dios nos ama a la perfección, que es plenamente consciente de lo que enfrentamos hoy y que sabe cómo ayudarnos de la mejor manera en cada circunstancia! Señor, gracias porque sabes todo sobre mí y lo que necesito. Lo más importante es conocer a Dios.

domingo, 5 de febrero de 2017

JESUCRISTO EL ES LA ROSA DE SARÓN Y EL LIRIO DE LOS VALLES

Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos (Salmo 19:1). Salmo 136:1-9 Hoy me crucé con una pequeña flor púrpura que crecía solitaria en una pradera, la cual, citando la maravillosa frase del poeta Thomas Gray, «desperdiciaba su dulzura en el aire del desierto». Estoy seguro de que nadie la había visto antes y que quizá nadie la vuelva a ver. Pensé: ¿Por qué esta belleza en este lugar? La naturaleza nunca está de más, ya que exhibe diariamente la verdad, la bondad y la hermosura de Aquel que la creó. Cada día, nos declara de forma novedosa y renovada la gloria de Dios. ¿Veo al Señor a través de esa belleza o simplemente la miro y sigo indiferente mi camino? Nuestra respuesta puede ser alabanza, adoración y gratitud ante el brillo de un aciano, el esplendor de un amanecer, la simetría de un cierto árbol. El escritor C. S. Lewis describe una caminata por el bosque durante un cálido día de verano. Acababa de preguntarle a su amigo cómo cultivar un corazón agradecido a Dios. Su compañero de excursión se dirigió a un arroyo cercano, se mojó la cara y las manos, y preguntó: « ¿Por qué no empezar con esto?». Lewis dijo que allí aprendió un gran principio: «Empieza donde estés». Una pequeña cascada, el viento en las hojas, un pequeño ruiseñor, una flor diminuta. ¿Qué tal si empezamos a dar gracias por estas cosas? Pero está el broche de belleza y de incalculable valor que hizo el Señor nuestro Dios: Isaías 53:2 2 Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. 13 He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto. 14 Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres, 15 así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído. Señor, gracias porque tu belleza se refleja en la naturaleza.

jueves, 26 de enero de 2017

¡MISERABLE DE MÍ! ¿QUIÉN ME LIBRARÁ DE ESTE CUERPO DE MUERTE?

… Pero yo soy meramente humano, y estoy vendido como esclavo al pecado (v. 14 NVI). Romanos 7:14-25 El escritor británico Evelyn Waugh manejaba sus palabras de un modo que acentuaba sus debilidades. Finalmente, se convirtió al cristianismo, pero la lucha seguía. Un día, una mujer le preguntó: «Sr. Waugh, ¿cómo puede comportarse así y seguir llamándose cristiano?». Él respondió: «Señora, créame, si no fuera por mi religión, difícilmente parecería un ser humano». Waugh experimentaba la lucha interna que describió el apóstol Pablo: «el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo» (Romanos 7:18). También dice: «Sabemos que la ley es espiritual. Pero yo soy un simple ser carnal» (v. 14 RVC). Luego, explica: «Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, […] ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?» (vv. 22-24). Finalmente, responde exultante: « ¡Gracias a Dios! La respuesta está en Jesucristo nuestro Señor» (v. 25 NTV). Cuando ponemos nuestra fe en Cristo, reconociendo nuestro pecado y la necesidad de un Salvador, nos convertimos de inmediato en una nueva creación, aunque el crecimiento espiritual dura toda la vida. Como señala el apóstol Juan: «ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero […] cuando él se manifieste, seremos semejantes a él» (1 Juan 3:2). Romanos 7:24-8:1 24 !Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? 25 Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado. Viviendo en el Espíritu 8 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Señor, hazme cada día más semejante a ti. Quiero entender que debo perdonar como tú me perdonaste

jueves, 19 de enero de 2017

A LOS QUE BUSCAN TENER VARIAS ACTIVIDADES COMERCIALES LES DICEN “BUSCAVIDA” SIN EMBARGO JESÚS DIJO “YO SOY LA VIDA…”

… porque yo vivo, vosotros también viviréis (v. 19). Juan 14:5-14 Las palabras del padre de Ravi fueron muy duras: «Eres un fracaso total. Una vergüenza para la familia». En comparación con sus talentosos hermanos, a Ravi lo consideraban una desgracia. Entonces, intentó destacarse en los deportes, y lo logró, pero seguía sintiéndose un perdedor. Se preguntaba: ¿Qué va a pasar conmigo? ¿Soy un fracaso total? ¿Podré salir adelante de alguna manera, sin sufrir? Estos pensamientos lo atormentaban, pero no se lo dijo a nadie. En su cultura, no estaba bien hablar con otros de sus sentimientos. Le habían enseñado: «Mantén en secreto las angustias y permanece firme cuando tu mundo se derrumbe». Por eso, Ravi luchaba solo. Al tiempo, mientras se recuperaba en un hospital tras un intento fallido de suicidio, alguien le llevó una Biblia, abierta en Juan 14. Su madre le leyó: «porque yo vivo, vosotros también viviréis» (v. 19). Quizá esta sea mi única esperanza —pensó—. Una nueva manera de vivir. La vida como la define su Autor. Así que oró: «Jesús, si tú eres el que da la vida como se supone que esta debe ser, quiero tenerla». La vida puede volverse desesperante; pero, como Ravi, podemos encontrar esperanza en Jesús, porque Él es «el camino, y la verdad, y la vida» (v. 6). Dios anhela darnos una vida abundante y satisfactoria. Mateo 16:26 26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Jesús, perdona mis pecados. Te acepto como mi Salvador. Dame vida eterna. Solamente Jesús puede darnos vida nueva.