miércoles, 22 de febrero de 2017

¡SEÑOR TU GRACIA ES MEJOR QUE LA VIDA!

… Jesús le dijo: Ni yo te condeno… (Juan 8:11). Mt. 5:43-48; Jn. 8:9-11 L a enseñanza de Jesús sobre los ideales absolutos y la gracia total parece contradictoria. Jesús nunca rebajó el ideal de la perfección. Al joven rico, le dijo: «Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto» (Mateo 5:48). Y a un experto en la ley, que le preguntó sobre el mandamiento más importante, le explicó: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente» (22:37). Nadie ha cumplido perfectamente estos mandamientos. Sin embargo, el mismo Jesús ofrece tiernamente gracia total. Perdonó a una adúltera, a un ladrón en la cruz, a un discípulo que negó conocerlo y a un hombre llamado Saulo que perseguía a los cristianos. La gracia es absoluta y para todos, y alcanza incluso a aquellos que clavaron a Jesús en la cruz. «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen» rogó el Señor mientras agonizaba (Lucas 23:34). Durante años, me sentía tan indigno al considerar los ideales absolutos de Jesús, que no captaba la idea de la gracia. Sin embargo, cuando entendí este mensaje dual, descubrí que el concepto de la gracia emana a través de la vida y las enseñanzas de Cristo. La gracia es para todos los que no pueden seguir adelante por sí solos. La gracia es para todos. Señor, tu gracia me asombra. Quiero hoy disfrutarla. Jesús cumplió los requisitos perfectos de la ley para que podamos disfrutar de la paz perfecta de su gracia.

domingo, 12 de febrero de 2017

LOS VERDADEROS OBREROS SON ENCAMINADOS…

… abundad también en esta gracia (2 Corintios 8:7). Lucas 8:1-8 El niño tenía solo ocho años cuando le anunció a Guille, un amigo de sus padres: «Amo a Jesús y, algún día, quiero servirlo en otro país». Durante diez años, Guille oró por él mientras lo veía crecer. Tiempo después, cuando este joven presentó una solicitud a una organización misionera para ir a Mali, Guille le dijo: « ¡Ya era hora! Cuando escuché lo que querías hacer, invertí un poco de dinero y lo he estado ahorrando para ti, esperando esta noticia emocionante». El corazón de Guille vibraba por ayudar a otros y colaborar para que la gente conociera la buena noticia de Dios. Jesús y sus discípulos necesitaron sustento financiero mientras viajaban de un lugar a otro anunciando la buena noticia de la salvación (Lucas 8:1-3). Un grupo de mujeres que habían sido sanadas de demonios y enfermedades los sustentaban «con sus bienes» (v. 3): María Magdalena, liberada de siete demonios; Juana, esposa de un funcionario de la corte de Herodes; Susana, de quien no se sabe nada; y «otras muchas» (v. 3). Pero sí sabemos que Jesús había suplido sus necesidades espirituales. Ahora, ellas lo ayudaban a Él y a sus discípulos con recursos financieros. Cuando consideramos lo que Jesús ha hecho por nosotros, su corazón por los demás se hace nuestro. Preguntémosle cómo desea utilizarnos. Señor, muéstrame cómo puedo ayudar a tu obra. Jesús lo dio todo; Él merece todo de nosotros.

sábado, 11 de febrero de 2017

TÚ MES HAS EXAMINADO Y CONOCIDO

Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos (v. 3). Salmo 139:1-18 Nuestro hijo y nuera tuvieron que ir de urgencia al hospital porque nuestro nieto tenía neumonía y bronquitis. Nos preguntaron si podíamos ir a buscar a su otro hijo, de cinco años, a la escuela y llevarlo a casa. Con mi esposa, estábamos encantados de poder hacerlo. Cuando el pequeño subió al auto, mi esposa le preguntó: « ¿Te sorprendió que nosotros viniéramos a buscarte?». A lo que él respondió: « ¡No!». Cuando le preguntamos por qué no, dijo: « ¡Porque yo sé todo!». Un niño de cinco años afirma saberlo todo, pero los que somos un poco mayores sabemos que no es así. A menudo, tenemos más preguntas que respuestas. Nos preguntamos sobre los porqués y las circunstancias de la vida… olvidando muchas veces que, aunque nosotros no sepamos todo, sí conocemos al Dios que todo lo sabe. Salmos 139:1-3 habla del conocimiento ilimitado e íntimo que nuestro Dios omnisciente tiene de nosotros. David declara: «Tú me has examinado y conocido. […]. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos». ¡Qué consolador es saber que Dios nos ama a la perfección, que es plenamente consciente de lo que enfrentamos hoy y que sabe cómo ayudarnos de la mejor manera en cada circunstancia! Señor, gracias porque sabes todo sobre mí y lo que necesito. Lo más importante es conocer a Dios.

domingo, 5 de febrero de 2017

JESUCRISTO EL ES LA ROSA DE SARÓN Y EL LIRIO DE LOS VALLES

Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos (Salmo 19:1). Salmo 136:1-9 Hoy me crucé con una pequeña flor púrpura que crecía solitaria en una pradera, la cual, citando la maravillosa frase del poeta Thomas Gray, «desperdiciaba su dulzura en el aire del desierto». Estoy seguro de que nadie la había visto antes y que quizá nadie la vuelva a ver. Pensé: ¿Por qué esta belleza en este lugar? La naturaleza nunca está de más, ya que exhibe diariamente la verdad, la bondad y la hermosura de Aquel que la creó. Cada día, nos declara de forma novedosa y renovada la gloria de Dios. ¿Veo al Señor a través de esa belleza o simplemente la miro y sigo indiferente mi camino? Nuestra respuesta puede ser alabanza, adoración y gratitud ante el brillo de un aciano, el esplendor de un amanecer, la simetría de un cierto árbol. El escritor C. S. Lewis describe una caminata por el bosque durante un cálido día de verano. Acababa de preguntarle a su amigo cómo cultivar un corazón agradecido a Dios. Su compañero de excursión se dirigió a un arroyo cercano, se mojó la cara y las manos, y preguntó: « ¿Por qué no empezar con esto?». Lewis dijo que allí aprendió un gran principio: «Empieza donde estés». Una pequeña cascada, el viento en las hojas, un pequeño ruiseñor, una flor diminuta. ¿Qué tal si empezamos a dar gracias por estas cosas? Pero está el broche de belleza y de incalculable valor que hizo el Señor nuestro Dios: Isaías 53:2 2 Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. 13 He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto. 14 Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres, 15 así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído. Señor, gracias porque tu belleza se refleja en la naturaleza.