jueves, 26 de enero de 2017

¡MISERABLE DE MÍ! ¿QUIÉN ME LIBRARÁ DE ESTE CUERPO DE MUERTE?

… Pero yo soy meramente humano, y estoy vendido como esclavo al pecado (v. 14 NVI). Romanos 7:14-25 El escritor británico Evelyn Waugh manejaba sus palabras de un modo que acentuaba sus debilidades. Finalmente, se convirtió al cristianismo, pero la lucha seguía. Un día, una mujer le preguntó: «Sr. Waugh, ¿cómo puede comportarse así y seguir llamándose cristiano?». Él respondió: «Señora, créame, si no fuera por mi religión, difícilmente parecería un ser humano». Waugh experimentaba la lucha interna que describió el apóstol Pablo: «el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo» (Romanos 7:18). También dice: «Sabemos que la ley es espiritual. Pero yo soy un simple ser carnal» (v. 14 RVC). Luego, explica: «Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, […] ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?» (vv. 22-24). Finalmente, responde exultante: « ¡Gracias a Dios! La respuesta está en Jesucristo nuestro Señor» (v. 25 NTV). Cuando ponemos nuestra fe en Cristo, reconociendo nuestro pecado y la necesidad de un Salvador, nos convertimos de inmediato en una nueva creación, aunque el crecimiento espiritual dura toda la vida. Como señala el apóstol Juan: «ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero […] cuando él se manifieste, seremos semejantes a él» (1 Juan 3:2). Romanos 7:24-8:1 24 !Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? 25 Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado. Viviendo en el Espíritu 8 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Señor, hazme cada día más semejante a ti. Quiero entender que debo perdonar como tú me perdonaste

jueves, 19 de enero de 2017

A LOS QUE BUSCAN TENER VARIAS ACTIVIDADES COMERCIALES LES DICEN “BUSCAVIDA” SIN EMBARGO JESÚS DIJO “YO SOY LA VIDA…”

… porque yo vivo, vosotros también viviréis (v. 19). Juan 14:5-14 Las palabras del padre de Ravi fueron muy duras: «Eres un fracaso total. Una vergüenza para la familia». En comparación con sus talentosos hermanos, a Ravi lo consideraban una desgracia. Entonces, intentó destacarse en los deportes, y lo logró, pero seguía sintiéndose un perdedor. Se preguntaba: ¿Qué va a pasar conmigo? ¿Soy un fracaso total? ¿Podré salir adelante de alguna manera, sin sufrir? Estos pensamientos lo atormentaban, pero no se lo dijo a nadie. En su cultura, no estaba bien hablar con otros de sus sentimientos. Le habían enseñado: «Mantén en secreto las angustias y permanece firme cuando tu mundo se derrumbe». Por eso, Ravi luchaba solo. Al tiempo, mientras se recuperaba en un hospital tras un intento fallido de suicidio, alguien le llevó una Biblia, abierta en Juan 14. Su madre le leyó: «porque yo vivo, vosotros también viviréis» (v. 19). Quizá esta sea mi única esperanza —pensó—. Una nueva manera de vivir. La vida como la define su Autor. Así que oró: «Jesús, si tú eres el que da la vida como se supone que esta debe ser, quiero tenerla». La vida puede volverse desesperante; pero, como Ravi, podemos encontrar esperanza en Jesús, porque Él es «el camino, y la verdad, y la vida» (v. 6). Dios anhela darnos una vida abundante y satisfactoria. Mateo 16:26 26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Jesús, perdona mis pecados. Te acepto como mi Salvador. Dame vida eterna. Solamente Jesús puede darnos vida nueva.