viernes, 30 de diciembre de 2016

CUANDO LOS DISCÍPULOS DESCUBRIERON EL SECRETO DE LO QUE LO MANTENÍA AL SEÑOR EN PLENITUD LE DIJERON… ENSÉÑANOS A ORAR

… [Jesús] subió al monte a orar aparte… (v. 23). Mateo 14:13-23 Era una mañana atareada en el salón de la iglesia donde yo estaba ayudando. Casi una docena de niños hablaban y jugaban. Con tanta actividad, empezó a hacer calor en la habitación, y abrí la puerta. Un muchachito consideró que esa era su oportunidad de escaparse. Entonces, cuando pensó que nadie lo veía, salió de puntillas. Cuando estaba por alcanzarlo, no me sorprendió que estuviera yendo derecho hacia los brazos de su papá. Este niño hizo lo que todos necesitamos hacer cuando la vida se vuelve ardua y angustiosa: se escabulló para estar con su padre. Jesús buscaba oportunidades para pasar tiempo en oración con su Padre celestial. Según el Evangelio de Mateo, fue a un lugar solitario cuando lo seguía una multitud. Al ver sus necesidades, los sanó y les dio de comer. Sin embargo, después de eso, «subió al monte a orar aparte» (Mateo 14:23). Aunque Jesús ayudó muchas veces a una gran cantidad de personas, no permitió que esto lo agotara ni lo apresurara, sino que alimentaba su comunión con Dios por medio de la oración. ¿Y qué sucede contigo? ¿Dedicarás tiempo a estar a solas con Dios para experimentar la fortaleza y la satisfacción que solo Él ofrece? ¿Qué te produce mayor satisfacción: cumplir con las demandas de la vida o cultivar tu relación con el Creador? 11 Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos. 2 Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 3 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 4 Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. 5 Les dijo también: ¿Quién de vosotros que tenga un amigo, va a él a medianoche y le dice: Amigo, préstame tres panes, 6 porque un amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo qué ponerle delante; 7 y aquél, respondiendo desde adentro, le dice: No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis niños están conmigo en cama; no puedo levantarme, y dártelos? 8 Os digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo por su importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite. 9 Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 10 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 11 ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? 12 ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? 13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? (Lucas 11:1-13) 5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. 7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. 8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. 9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. 14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 15 más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas. (Mateo 6:5-15) Cuando nos acercamos a Dios, ¡refrescamos la mente y renovamos las fuerzas!

lunes, 26 de diciembre de 2016

NO TENGAMOS MIEDO DE LAS MANIFESTACIONES DE DIOS PORQUE SI ES NUESTRO PADRE ES PARA EL BIEN DE NOSOTROS

… No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo (v. 10). Lucas 2:8-14 El último día de una conferencia de editoriales cristianas en Singapur, 280 participantes de 50 países se reunieron en el jardín del hotel para tomar una fotografía grupal. Desde el balcón del primer piso, el fotógrafo sacó varias fotos desde distintos ángulos antes de decir al final: «Terminamos». Una voz entre la multitud exclamó con alivio: «Bueno… ¡Al mundo paz!». A lo que otro replicó: «Nació Jesús». Uno tras otro empezó a cantar, hasta que todo el grupo entonó el conocido villancico. Fue una muestra conmovedora de unidad y gozo que nunca olvidaré. En el relato de Lucas de la historia de la Navidad, un ángel anunció así el nacimiento de Jesús a un grupo de pastores: «No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor» (Lucas 2:10-11). El gozo no era para pocas personas, sino para todos, «porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito» (Juan 3:16). Al compartir con otros el mensaje de Jesús que transforma la vida, nos unimos al coro mundial, aclamándolo «por tan precioso don, que Dios nos da con gran amor». « ¡Al mundo paz, nació Jesús!». Señor, que podamos ver a todas las personas como receptores de tu gracia y tu gozo. La buena noticia del nacimiento de Jesús es motivo de gozo para todos.

jueves, 22 de diciembre de 2016

QUE BUENO SERIA TENER LA OPORTUNIDAD DE CONTARLES A QUIENES PASAN CON NOSOTROS ÉSTA FIESTAS PARA QUE NACIÓ JESÚS

… estad siempre preparados para presentar defensa […] ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros (v. 15). 1 Pedro 3:8-16 En un retiro espiritual de invierno, un hombre preguntó: « ¿Cuál fue el mejor regalo de Navidad que recibiste?». »El año siguiente, en Navidad, fui a ver una obra en la iglesia de un amigo. No porque quisiera conocer a Jesús, sino para ver a mi sobrina que actuaba. Es difícil describir lo que sucedió porque suena tonto, pero, en medio de la obra, sentí que necesitaba estar entre esos pastores y ángeles que recibían a Jesús. Después de escuchar cantar Noche de paz, me quedé sentado llorando. »Esa noche, recibí mi mejor regalo de Navidad, cuando un amigo, que está aquí a mi lado ahora, se quedó para decirme cómo aceptar a Jesús como mi Salvador». En ese momento, su amigo exclamó: «Y ese también fue mi mejor regalo de Navidad en la vida». Esta Navidad, no dejemos de contarles a otros la historia gozosa y sencilla del nacimiento de Jesús. Padre, que podamos ver a quienes necesitan al Salvador y les hablemos de Él. Que recordemos que la razón de esta celebración es oír y contar la historia de tu Hijo. El mejor regalo de Navidad es Jesús, y la paz y el perdón que ofrece a todos.

viernes, 16 de diciembre de 2016

EL QUE TIENE OJOS PARA LEER LEA LO QUE EL ESPÍRITU LE ESCRIBE A LA IGLESIA

… Oíd palabra del Señor… (v. 2). Jeremías 7:1-11 El lema de nuestro campamento para adultos era «Consuela a mi pueblo». Un orador tras otro comunicaban palabras de ánimo, pero el último cambió de tono drásticamente. Tomó Jeremías 7:1-11, y su tema fue «Despierten del sueño». Sin rodeos, pero con amor, nos desafió a despertarnos y alejarnos de nuestros pecados: «No se escondan detrás de la gracia de Dios ni sigan viviendo en secreto. Nos jactamos, diciendo: “Soy cristiano; Dios me ama”, pero practicamos toda clase de pecados». Sabíamos que tenía razón, pero nos retorcíamos en los asientos mientras lo escuchamos decir: «Dios es amor, ¡pero también es fuego consumidor! (Ver Hebreos 12:29). ¡Nunca será indulgente con el pecado!». El profeta de la antigüedad preguntó: «Hurtando, matando, adulterando, jurando en falso […] y andando tras dioses extraños que no conocisteis, ¿vendréis y os pondréis delante de mí en esta casa sobre la cual es invocado mi nombre, y diréis: Librados somos; para seguir haciendo todas estas abominaciones?» (Jeremías 7:9-10). Esta era la otra cara del lema del campamento sobre el consuelo divino. Como una hierba amarga que cura la malaria, sus palabras fueron espiritualmente sanadoras. Si escuchamos palabras duras, no debemos huir, sino responder a su efecto curativo. Señor, ayúdame a no desafiar tus instrucciones. El propósito de la disciplina del Padre celestial es que nos asemejemos más a su Hijo.

domingo, 11 de diciembre de 2016

SE NECESITAN INTERCESORES ANTE EL PADRE

… La oración eficaz del justo puede mucho (Santiago 5:16). Lectura: 1 Reyes 18:41-45 A menudo, Dios decide utilizar nuestras oraciones para llevar a cabo su obra. Esto lo vemos cuando le dijo al profeta Elías: «yo haré llover sobre la faz de la tierra», prometiendo poner fin a una sequía en Israel que había durado tres años y medio (Santiago 5:17). Aunque Dios había prometido que llovería, poco después, «Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas» para pedir fervorosamente que lloviera (1 Reyes 18:42). Entonces, mientras oraba, mandó a su siervo «siete veces» para que mirara hacia el mar y observara si había alguna señal de lluvia en el horizonte (v. 43). Elías entendió que Dios quiere que participemos en su obra mediante la oración humilde y persistente. A pesar de nuestras limitaciones humanas, el Señor tal vez quiera obrar de maneras asombrosas a través de nuestras oraciones. Por eso, Santiago afirma que «la oración eficaz del justo puede mucho» y nos recuerda que «Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras» (Santiago 5:16-17). Cuando nos proponemos servir a Dios orando fielmente como lo hizo Elías, participamos de un privilegio maravilloso… ¡y en cualquier momento, podríamos ver un milagro delante de nuestras narices! Señor, ¿cómo puedo servirte hoy con mis oraciones? Las grandes expectativas de nuestra parte honran a Dios.

martes, 6 de diciembre de 2016

LA NUEVA VIDA EN CRISTO

… sean bondadosos y misericordiosos […] unos a otros… (Efesios 4:32). 17 Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, 18 teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; 19 los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. 20 Más vosotros no habéis aprendido así a Cristo, 21 si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. 22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. 25 Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. 26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al diablo. 28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. 29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. 30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. 31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. 32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. Si compartimos estos textos así en forma literal para que se tomen en cuenta en nuestras actitudes estaríamos tratando de ser mejores cristianos por nuestra cuenta lo cuál sería “religión”, en muy pocas oportunidades esta “verdad” se entrega como un ayo (persona que en una casa acomodada se encargaba del cuidado y educación de los niños) que conduzca al Señor para que sea Cristo en definitiva el que haga la obra de regeneración en nuestras vidas sin que nos demos cuenta que esa sería la verdadera transformación o conversión y no por el esfuerzo humano o justicia humana que es como trapo de inmundicia para El Señor o sea recomendar que se busque al Señor constantemente para andar con El en el Espíritu sobre la marcha con el Señor y no solamente sentados acumulando letra lo cuál agranda la cabeza y achica el corazón. 23 Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne. Colosenses 2:23 Cuantas más oportunidades de andar con Cristo tengamos…, más vamos a parecernos a El y la gente va a tener la enorme oportunidad de conocer al Señor y ser atraído por su perfecto Amor. Al mostrar la nueva vida en Cristo estamos diciendo estamos diciendo que hay Poder en Cristo y que todo se puede. Señor, la gente quiere ver a Dios y Dios quiere mostrarse, pero acomoda nuestras vidas para que seamos el instrumento justo que El Padre use para tal efecto y sea expuesta su existencia y propósito.