jueves, 21 de mayo de 2015

COMO ENCONTRAMOS PAZ DURADERA Y VERDADERA

Efesios 2:13-19 Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación. —Efesios 2:14 La Nochebuena de 1914, durante la Primera Guerra Mundial, las armas se silenciaron a lo largo de unos 45 kilómetros en el Frente Occidental. Los soldados espiaban cuidadosamente desde la parte más alta de sus trincheras, mientras algunos salían para reparar sus posiciones y enterrar a los muertos. Cuando llegó la noche, algunas tropas alemanas encendieron linternas y cantaron villancicos navideños. Desde el frente británico, los hombres aplaudían y saludaban. Al día siguiente, las tropas alemanas, francesas y británicas se reunieron en la «tierra de nadie», para saludarse, comer juntos e intercambiar regalos. Fue un breve respiro que terminó poco después, cuando la artillería y las ametralladoras comenzaron a rugir nuevamente. Todos los que experimentaron aquella «tregua de Navidad», como llegó a conocerse, recordaron siempre lo que sintieron, y cómo alimentó su anhelo de una paz duradera. En la profecía de Isaías sobre la venida del Mesías, leemos: «se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz» (Isaías 9:6). Por su muerte en la cruz, Jesús quitó la «tierra de nadie» entre nosotros y Dios, «porque él es nuestra paz» (Efesios 2:14). En Cristo, podemos hallar paz duradera con Dios y armonía los unos con los otros. ¡Este es el mensaje transformador de Navidad! Juan 14:27 »Les doy la paz, mi propia paz, que no es como la paz que se desea en este mundo. No se preocupen ni tengan miedo por lo que pronto va a pasar. —Solamente Cristo puede dar paz verdadera.

domingo, 10 de mayo de 2015

COMO SER FUERTES EN EL SEÑOR

(Salmo 51: 6-12) <> Introducción El gozo es lo que el hombre anhela, y lo que busca (aunque lo busca mal en las cosas que no edifican). Al haberse introducido el pecado, y habiendo quedado el hombre por ello alineado de Dios, su idea de gozo es llegar a ser tan feliz como pueda sin Dios. No obstante, el gozo del Señor es muy superior a la “felicidad” humana. El verdadero gozo, lo encuentra cuando halla a Dios, y solamente entonces. 1. El gozo del Señor es el resultado de volverse a Dios (Salmo 51: 6-12) <> Después de haber pecado terriblemente con Betsabé, y haber cometido asesinato; David, después de ser convencido de pecado por Natán, eleva al Señor esa plegaria que hemos leído. David entendió que el gozo verdadero sólo podía venir por estar en paz con Dios. Solamente cuando volvió al Señor de todo corazón, y fue perdonado, pudo experimentar el gozo de la salvación. 2. El gozo del Señor es nuestra fortaleza Dios no sólo quiere que estemos en paz con Él, sino que además, experimentemos el gozo que el Espíritu Santo produce por su presencia en el nosotros, como creyentes. Ese gozo del Señor es nuestra verdadera fortaleza. El gozo verdadero, es la misma presencia del Espíritu Santo en el espíritu y en el corazón del creyente. Leemos en Nehemías 8: 10 ‘...el gozo del Señor es vuestra fortaleza’. En eso consiste el reino de Dios en nuestras vidas. Leemos en Romanos 14: 17; <> Veamos algunas escrituras más: Salmo 118: 14 ‘Mi fortaleza y mi cántico es JAH, y él me ha sido por salvación’. Isaías 12: 2, 3, 6 ‘...mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí. Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación...Regocíjate y canta, oh moradora de Sion, porque grande es en medio de ti el Santo de Israel’. Filipenses 4: 4; <> Hechos 13: 52 <> ESTAR FIRMES ES UN PASO DE FE, PORQUE SIGNIFICA ESTAR CONFIANDO EN EL SEÑOR A PESAR DE LAS CIRCUNSTANCIAS ADVERSAS. EL GOZO DEL SEÑOR NOS AYUDA A ELLO; EL GOZO DEL SEÑOR ES PRÁCTICO. Nunca olvidemos que: ¡EL GOZO DEL SEÑOR ES NUESTRA FORTALEZA! Ser espiritual no es ser una triste estatua Además existe otra cuestión, la de un conocimiento equivocado acerca de lo que es ser verdaderamente espiritual. Por siglos se ha enseñado que el espiritual, el temeroso de Dios, es aquel que no expresa el gozo, sino que parece casi una estatua en medio de la congregación. Todo lo contrario. El que verdaderamente es espiritual y teme a Dios, adora a Dios con todo su ser. Veamos el ejemplo del rey David: (2 Samuel 6: 12- 16) <>: El rey David danzaba con toda su fuerza delante de Jehová...David y toda la casa de Israel conducían el arca de Jehová con júbilo y sonido de trompeta. Los impíos y muchos de los que se dicen creyentes (no olvidar que Mical era creyente), menosprecian en su corazón a los que proceden como David. (V. 17) <<17 Metieron, pues, el arca de Jehová, y la pusieron en su lugar en medio de una tienda que David le había levantado; y sacrificó David holocaustos y ofrendas de paz delante de Jehová>>: Gozarse en la presencia del Señor (en alabanza y adoración, en danza y en estrepitoso júbilo) es muchas veces un sacrificio porque es una afrenta a nuestra reputación personal, al que dirán, pero no nos ha de importar eso. 4. El gozo va de la mano con la fortaleza Gozo y fortaleza de Dios, son dos conceptos que van de la mano; no pueden alejarse el uno del otro. Dios quiere que estemos gozosos y fortalecidos en El. Esto no ha de confundirse con la alegría del alma, siendo ésta una sensación o emoción pasajera y motivada por las circunstancias. El gozo del Señor no es una emoción (que viene y va), es el resultado de la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas. Esto hace que podamos tener la fortaleza del Señor en nuestras vidas, aun en las circunstancias más difíciles. No se puede tener el verdadero gozo del Espíritu sin experimentar su fortaleza: Nehemías 8: 10 ‘...el gozo del Señor es vuestra fortaleza’. Es nuestra fortaleza para resistir los ataques del diablo, y resistir las tentaciones y no sucumbir en este mundo. EL GOZO DEL SEÑOR ES LA PRUEBA DE LA PRESENCIA Y LLENURA DEL ESPÍRITU SANTO EN NUESTRAS VIDAS, Y ES INDISPENSABLE PARA VENCER EN NUESTRA COTIDIANIDAD. En las alturas El gozo del Señor nos levanta y nos hace ver las cosas desde las alturas: ‘pero los que esperan al Señor tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán’ (Isaías 40: 31) Habacuc 3: 19 <> El Salmo 18: 31-33, dice lo mismo: <> ¡EL GOZO DEL SEÑOR NOS LEVANTA Y NOS HACE VER LAS COSAS DESDE LAS ALTURAS, Y NOS HACE ANDAR LIGEROS! Desde las alturas del Espíritu, es como se obtiene la perspectiva correcta de las cosas. ¡EL GOZO DEL SEÑOR ES NUESTRA FORTALEZA PORQUE EN NUESTRAS ALTURAS NOS HACE ANDAR! 5. Vivir en el gozo del Señor es un asunto de fe Todo en el Señor es un asunto de fe. Todos los dones y todas las gracias que provienen de lo Alto, se reciben a través de un mismo conducto, la fe. Dice Santiago 1: 17 <> Todo lo bueno de Dios lo recibimos por la fe. Así como en su día recibimos la salvación por la fe, así recibimos el gozo. Vivir en el gozo del Señor es la buena dádiva que recibimos de nuestro Padre celestial también; asimismo es un asunto de fe. Ante las dificultades de la vida, por la fe aprendemos a vivir con gozo, siendo éste nuestra fortaleza y victoria. Por lo tanto: EL TENER GOZO ES UNA ELECCIÓN, Y SE OBTIENE POR LA FE EN LAS PROMESAS QUE DIOS NOS HA HECHO EN SU PALABRA, Y QUE TIENEN CUMPLIMIENTO INMEDIATO. 6. Vivir en el gozo del Señor es un asunto de fe, de alabanza y de gratitud Una vida de alabanza y de adoración es clave para experimentar el gozo del Señor y su consiguiente fortaleza. Dice la Palabra: Efesios 5: 18-20 <<… sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo>> Cuando vivimos agradecidos al Señor, como dice la Palabra, “por todo”, estamos admitiendo y reconociendo el hecho de que nuestro Invisible Dios está en acción, a pesar de que a veces no pueda parecerlo. Cuando vivimos en total agradecimiento, la paz de Dios inunda nuestros corazones por Su Espíritu, y de ellos brotan alabanzas y adoración a Dios. Cuando uno lleva una vida así, el enemigo pierde agarre, y necesariamente deberá abandonar una y otra vez. Recordémoslo: ¡EL GOZO DEL SEÑOR ES NUESTRA FORTALEZA! Conclusión El gozo del Señor no está sujeto a las circunstancias; hace que las circunstancias se sujeten a él. El gozo del Señor es nuestra elección. El gozo del Señor ha de ser manifiesto en las vidas de los hijos de Dios. El gozo del Señor es característica del creyente que está en victoria. ¡EL GOZO DEL SEÑOR ES NUESTRA FORTALEZA! Y CUANDO DE NUESTRAS HERRAMIENTAS FORJEMOS NUESTRAS ARMAS..., DIGA EL DÉBIL: ¡FUERTE SOY! JOEL 3:10