jueves, 31 de octubre de 2013

¿CUÁL ES TU SUEÑO? ANTES BIEN, SEA DIOS HALLADO VERAZ

“ANTES BIEN, SEA HALLADO DIOS VERAZ…” (Romanos 3:4 – La Biblia de Las Américas) ¿Cuál es tu sueño? ANTES BIEN, SEA HALLADO DIOS VERAZ Pablo escribió: “¿Qué ventaja tiene, pues, el judío?… much(o)[a], en todos los aspectos… le(s) ha sido confiada la Palabra de Dios” (Romanos 3:1,2). Dios ha hablado ciertas cosas acerca de ti. Esas cosas son su voluntad y su propósito para tu vida. Tu tarea consiste en reconocerlos, creerlos, llevarlos dentro de ti y mencionarlos a menudo porque te proporcionan una ventaja tremenda. Después Pablo añadió: “¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad, habrá hecho nula la fidelidad de Dios? ¡De ninguna manera!” (Romanos 3:3,4). Supera la idea de que la mayoría tiene que estar de acuerdo contigo o creer lo que Dios dijo acerca de ti. Tu sueño no debe depender del apoyo externo. Es un concepto difícil, especialmente en una democracia donde otros votan y la mayoría gobierna. El Reino de Dios es una teocracia donde sólo un voto cuenta – ¡el de Dios! No pospongas tu sueño a la espera de que todos estén de acuerdo contigo. No sólo no tienen por qué apoyarte sino que tampoco tienen por qué creer lo que Dios te ha dicho. No puedes esperar hasta que los demás acepten tu sueño para perseguirlo. Ellos pueden malinterpretarte, hablar mal de ti, reírse de ti, escupirte, discriminarte, distanciarse, no invitarte, retirarte su apoyo, y aun así ¡puedes alcanzar tu sueño sin ellos! ¿Que por qué? Pues porque tu Dios es un Dios que hace pactos y los mantiene, y lo que Él ha hablado acerca de tu vida, sin duda alguna hará que suceda: “Antes bien, sea hallado Dios veraz…” (Romanos 3:4). Gloria sea su nombre! Bendito se el nombre de Jesús!! Te bendigo el día de hoy con una unción de realización y cumplimento de los sueños de Dios en tu vida!!

martes, 29 de octubre de 2013

SANSÓN Y DALILA

“…PRESIONÁNDOLO ELLA… EL ALMA DE SANSÓN FUE REDUCIDA A MORTAL ANGUSTIA” (Jueces 16:16) Te vuelves vulnerable cuando te encuentras asediado. Antes de que Dalila destruyese a Sansón “…(presionándolo) ella [lo presionó]… el alma de Sansón fue reducida a mortal angustia” (Jueces 16:16). Cuando estás siendo hostigado por mucho tiempo, tomas decisiones equivocadas que son potencialmente dañinas. Puedes ir a la iglesia regularmente y leer tu Biblia “de pe a pa”, pero si corres de un lado a otro fastidiado, te servirá de poco. Es difícil vivir con una persona irritada, y casi imposible ayudarla. No puedes bendecir a nadie si tiene un espíritu asediado, porque su mente está en “las garras” de un poder negativo. Sansón debía haber sido más perspicaz. José huyó de la mujer de Potifar, y venció (ver Génesis 39:12); Sansón se quedó con Dalila, y perdió. Hay algunas cosas de las que debes de huir, y no estamos hablando solamente de pecados. No, estamos hablando acerca de cualquier cosa que te desgaste, te desvíe, o haga que pierdas tu visión. Y cuanto más mayor te hagas, más importante llega a ser este principio, porque entonces te queda menos tiempo. “¿Qué debería hacer cuando estoy siendo asediado?”. En primer lugar, ¡examina tus amistades! ¿De qué manera influyen en tu vida? A continuación, ¡adora al Señor! La adoración te capacita para recuperar tu equilibrio espiritual. Mientras que te centras en Dios, Él inunda tu alma con paz y te devuelve tu estabilidad. Es la mejor terapia. Solamente cuando has estado en una actitud de adoración, estás preparado para experimentar los efectos sanadores de la Palabra de Dios. Si te encuentras cansado de ser importunado, levanta hoy mismo el ánimo y di: “Padre, te adoro. Estoy cansado de estar en esta situación. No me gusta en lo que me estoy convirtiendo. ¡Crea en mí un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí!” (Ver Salmo 51:10). ¡Adelante, inténtalo y verás lo que pasa!

lunes, 28 de octubre de 2013

AMAR Y SABER

Romanos 5:6-11 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. —Romanos 5:8 En una novela de Jonathan Safran Foer, uno de los personajes hablaba del edificio Empire State en Nueva York, y dijo: «Conozco este edificio porque lo amo». Esa declaración me hizo pensar en la relación entre el amor y el conocimiento. Cuando amamos algo, queremos saber todo sobre ese objeto. Si amamos un lugar, deseamos explorar cada centímetro. Cuando amamos a una persona, queremos saber todos los detalles de su vida: qué le gusta, en qué ocupa su tiempo, dónde creció, quiénes son sus amigos, en qué cree. La lista es interminable. Sin embargo, algunos queremos que los demás nos amen sin permitir que nos conozcan. Tenemos miedo de que, si nos conocen realmente, no querrán amarnos. No debemos preocuparnos de esto en lo que respecta a Dios. Su amor es ilimitadamente superior al nuestro: «Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros» (Romanos 5:8). Y es más, Él mismo se nos da a conocer. A través de la creación, de las Escrituras y de Jesucristo, Dios revela su carácter y su amor. Como nos ama a pesar de nuestras imperfecciones, podemos confesar nuestras faltas confiadamente. Con Dios, no es necesario temer que se sepa cómo somos. Por esta razón, conocer a Dios es amarlo. No hay mayor gozo que saber que Dios nos ama.

sábado, 26 de octubre de 2013

PERDER Y HALLAR LA VIDA

Lucas 9:18-27 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará. —Lucas 9:24 Cuando la Madre Teresa murió, en 1997, la gente volvió a maravillarse ante su ejemplo de servicio humilde a Cristo y a los más necesitados. Pasó 50 años sirviendo a los pobres, los enfermos, los huérfanos y los moribundos a través de las Misioneras de la Caridad en Calcuta, India. Después de entrevistarla extensamente, el periodista británico Malcolm Muggeridge escribió: «Hoy se habla mucho de descubrir una identidad, como si fuera algo que pueda buscarse, semejante a ganar la lotería; y después, una vez encontrada, acapararla y atesorarla. En realidad, […] cuanto más se gasta, más se enriquece uno. Por eso, la Madre Teresa, al ocultarse, descubre quién es. Nunca conocí a nadie más memorable». Sospecho que muchos tal vez tengamos miedo de lo que pudiera suceder si obedecemos las palabras de Cristo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará» (Lucas 9:23-24). Nuestro Salvador les recordó a sus seguidores que había venido para darnos vida en abundancia (Juan 10:10). Somos llamados a perder nuestra vida por Él, y al hacerlo, descubrimos qué significa vivir con plenitud. Perder la vida por Cristo es hallar una vida plena en Él.

jueves, 24 de octubre de 2013

LOS CRISTIANOS Y EL PREPARARNOS HOY

“ASÍ QUE EL QUE PIENSA ESTAR FIRME, MIRE QUE NO CAIGA” (1 Corintios 10:12) ¡A mayor éxito, mayor tentación! Y la reacción a esa tentación dependerá enteramente de la condición de tu alma en ese momento. Nadie planea fracasar, pero ignorar tu condición espiritual garantiza el fracaso. “¿Qué puedo hacer entonces?”, preguntarás. Empieza a prepararte – ¡ahora! Puedes esperar hasta la noche antes de tu examen del grado final, pero no hay manera de empollar para una evaluación de carácter. Viene como un examen improvisado y, o estás preparado o no lo estás. ¡Niégate a hacer “el viaje” solo! Permitir que otros sepan lo que quieres ser refuerza tu perímetro de protección. Rendir cuentas es un incentivo poderoso para comprobar cualquier comportamiento que te podría descarriar. Y en aquellas ocasiones inevitables en que sí te sales de la línea, el hecho de que alguien más lo sepa y te corrija en ello es un motivador poderoso para ser responsable de tus actos y rectificarlos rápidamente. Pregúntate constantemente: ¿Qué pequeña cosa en mi vida ahora mismo tiene el potencial de ser destructiva? ¿Y quién más lo sabe? Es mejor exponer tus luchas a unas pocas personas quienes realmente se preocupan por ti, que correr el riesgo de estar públicamente al descubierto ante aquellos a los que no les importas “un comino”. De ti depende identificar y vencer a esos “dragoncillos” que tienen el potencial de crecer y herirte no sólo a ti, sino también a quienes ponen en ti su confianza.

domingo, 20 de octubre de 2013

¿QUÉ ES LO QUE LLEVAS CONTIGO?

“ENSÉÑANOS DE TAL MODO A CONTAR NUESTROS DÍAS QUE TRAIGAMOS AL CORAZÓN SABIDURÍA” (Salmo 90:12) En el siglo XIX, ciento treinta y ocho marineros ingleses decidieron explorar el Paso noroeste alrededor del Ártico canadiense hasta el Pacífico. Debió ser un cambio radical en la exploración ártica. Y lo fue, ¡pero no porque ellos tuvieran éxito! Fue por el hecho que ellos perecieron para que los siguientes navegantes aprendieran esta lección: ¡que hay que prepararse para el viaje! Planearon el viaje como para durar dos o tres años, pero llevaron combustible para sólo doce días y no llevaron ropa adecuada. Sin embargo, lo que les faltaba de preparativos lo compensaron con entretenimiento. A bordo tenían una biblioteca de dos mil cuatrocientos volúmenes, instrumentos musicales, cristal tallado, porcelana china y platería para todos. Resulta extraño que estaban mejor condicionados para el té de la tarde que para el Ártico. Pero aun más extraño es que ¡nosotros hagamos lo mismo! Pensamos poco en nuestro destino eterno, pero nos aseguramos que haya diversión con bastantes “juguetes” para “el viaje”. Escucha: “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días que traigamos al corazón sabiduría” (Salmo 90:12). Es peligroso asumir que tienes más tiempo. Dios nos ha dado instrucciones claras para “el viaje” y nos dijo lo que debemos llevar: “…amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza… (Gálatas 5:22,23). Su Palabra es “nuestro mapa” y su Espíritu es “nuestra brújula”. Escucha: “…va delante de ellas…” (Juan 10:4). Incluso ha ido delante de nosotros para marcar “la ruta” y mostrar “los hitos”. Entonces, ¿qué es lo que “llevas” contigo hoy en día? ¿Cosas materiales? No te dejes engañar; puede que importen ahora, pero no cuando llegues a tu destino. Allí no es importante lo que tienes, sino a Quien conoces. Allí lo que cuenta es ser reconocido por Dios.

sábado, 19 de octubre de 2013

LA PIEDRA COADE

1 Pedro 2:1-10 Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa. —1 Pedro 2:4 Por toda Londres, hay estatuas y otros elementos hechos de un material de construcción singular llamado piedra Coade. Desarrollada por Eleanor Coade para su empresa familiar a finales del siglo xviii, esta piedra artificial es virtualmente indestructible y capaz de soportar el paso del tiempo, el clima y la contaminación generada por el hombre. Aunque maravillosa durante la Revolución Industrial, fue sacada de circulación a finales de la década de 1840, después de la muerte de Eleanor, y reemplazada como material de construcción por el cemento Portland. Aun así, hoy todavía permanecen docenas de ejemplos de esta piedra resistente y parecida a la cerámica, que ha soportado el severo entorno londinense por más de 150 años. El apóstol Pablo describió a Jesús como una piedra viva: «Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual…» (1 Pedro 2:4-5). A los ojos de Dios, el sacrificio de la Roca de nuestra salvación es precioso. Cristo es la roca imperecedera sobre la cual el Padre ha construido nuestra salvación, y el único fundamento para una vida con propósito (1 Corintios 3:11). Solo en la medida en que nuestra existencia se construya sobre su fortaleza, seremos capaces de soportar las inclemencias de la vida en un mundo caído. No hay nada que temer si permanecemos cerca de la Roca de los siglos.

jueves, 17 de octubre de 2013

EL TEMOR EN LA BIBLIA Y CUMPLIR CON TU DESTINO

“EN EL DÍA QUE TEMO, YO EN TI CONFÍO” (Salmo 56:3) ¿Acudes todos los días a un trabajo que te pesa o por el que no tienes ninguna pasión? ¿Tienes miedo a probar algo nuevo por si fallas, pareces un tonto o no puedes ganarte la vida? ¡Eh!, ¿has incluido a Dios en esta ecuación? David dijo: “En el día que temo, yo en Ti confío” (Salmo 56:3). O quizás tienes miedo del éxito, porque entonces las presiones aumentan ya que los demás esperan más de ti y, cuanto más alto subas, de más altura caerás. Algunos, antes de hacer cualquier decisión, quieren una garantía acorazada de que todo irá de acuerdo con sus planes; así que se quedan donde estaban – ¡y se estancan! ¡Son los que nunca van a ninguna parte sin un paracaídas, un encendedor, una botella de agua caliente y un termómetro! El crecimiento implica riesgo; el riesgo implica miedo – y el miedo distorsiona tu imagen de Dios. El miedo te dice que no estás en manos seguras, que Él no es lo suficientemente grande como para cuidar de ti. ¿Cómo lo sabrás, si no atraviesas tus miedos y descubres lo que Dios tiene para ti tras ellos? Al final del día todos nuestros “Y si…” se convierten en “Lo que hubiera podido ser…”. Cuando te rindes al miedo, acabas en un sillón confortable enfrente de la televisión preguntándote: ¿Qué hubiera logrado si tan sólo hubiera confiado más en Dios? David tiene la respuesta; escucha: “En el día que temo, yo en Ti confío” (Salmo 56:3). De manera que, ¡empieza a moverte! No dejes que el miedo te robe tu destino – ¡eso es un precio demasiado alto!

miércoles, 16 de octubre de 2013

EL AMOR ES LO QUE MAS IMPORTA - 1ra. PARTE

“…QUE ANDÉIS EN AMOR…” (2 Juan 6) Porque Dios es amor, ¡amando es como nos parecemos más a Él! Desde la perspectiva de Dios, la vida sin amor no tiene valor. Pablo escribió: “Si yo hablara lenguas humanas y angélicas… y no tengo amor, nada soy” (1 Corintios 13:1,2). Y el amor no se puede aprender en la soledad. Tienes que estar con la gente – gente irritante, imperfecta y frustrante. A veces actuamos como si las relaciones fueran algo que ha de estar apretujado en nuestro horario. Hablamos de buscar tiempo para nuestros hijos, o hacer un hueco para aquellos que nos importan. ¡No es así! Jesús resumió lo que más importa con dos declaraciones poderosas: “Amarás al Señor tu Dios… y… a tu prójimo…” (Mateo 22:37,39). Las relaciones, y no las cosas, son lo que realmente importa. De manera que, ¿por qué seguimos permitiendo que nuestras relaciones sean lo menos importante? Porque cuando nuestras vidas se sobrecargan, empezamos a recortar racionalmente el tiempo, la energía y la atención que las relaciones amorosas requieren. Nos preocupamos demasiado de ganarnos la vida, pagar las facturas y lograr nuestros objetivos, como si estos fueran el propósito de nuestra vida. ¡No lo son! El propósito de nuestra vida es aprender a amar – a Dios y a los demás. ¡La vida menos el amor es igual a cero! La madre Teresa de Calcuta dijo: “No es lo que haces, sino cuánto amor pones en ello lo que importa”. El amor es el secreto de un patrimonio duradero. En nuestros momentos finales todos nos damos cuenta de que las relaciones son la esencia de la vida. La sabiduría es aprender esa verdad cuanto antes. ¡No esperes hasta que sea demasiado tarde para darte cuenta de eso!

lunes, 14 de octubre de 2013

BELLÍSIMA POR DENTRO

Romanos 8:1-11 … el ocuparse del Espíritu es vida y paz. —Romanos 8:6 Es una casa bastante sencilla junto a una carretera muy transitada. Al carecer de rasgos distintivos, es fácil no prestarle atención. Pero el otro día, cuando pasé por allí, vi un cartel en el jardín: «Se vende», al cual estaba pegado otro aviso más pequeño que anunciaba con agrado: «Es bellísima por dentro». Aunque no tengo interés en comprar otra casa, el cartel me llamó la atención. ¿Qué podría convertir esta casa supuestamente intrascendente en bellísima por dentro? También me llevó a preguntarme: ¿Podría ese cartel aplicarse a nosotros como seguidores de Cristo? Piénsalo. Sin importar cuál sea nuestro aspecto exterior, deberíamos tener una belleza interior que revele el amor de Dios y su obra en nuestra vida? ¿Qué dice la Biblia sobre la belleza interior? Podemos empezar con Romanos 7:22: «Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios». Algunos versículos más adelante, en Romanos 8:6, Pablo habla de una mente controlada por el Espíritu, caracterizada por tener «vida y paz». En Gálatas, vemos que permitir que el Espíritu controle nuestro ser interior producirá el «fruto del Espíritu» (5:22), un hermoso racimo de cualidades, tales como amor, gozo, paz, paciencia y benignidad. Deleitarnos en las Escrituras y permitir que el Espíritu obre en nuestro corazón nos hará bellos interiormente… y dará como resultado una vida que honra a Dios. La rectitud de corazón produce belleza de carácter.

sábado, 12 de octubre de 2013

LA INSPIRACION DE LOS FIIPENSES

“Gracias a mis cadenas, ahora más que nunca la mayoría de los hermanos, confiados en el Señor, se han atrevido a anunciar sin temor la palabra de Dios.” Filipenses 1:14 Hoy la mayoría de los chicos en Argentina quieren ser como Messi, meter dos o tres gambetas, un par de goles y llenarse de dinero y fama. Y muchos padres alientan a sus hijos a hacerlo para salvarse de por vida. Claro, todos ven hoy los millones que el muchacho embolsa por mes, y solo consideran eso como inspiración para alcanzar. Pero no miden los costos realizados, ni las chances de fracasar que tuvo. De todas maneras, creo que todos en algún momento de la vida, soñamos con un minuto de gloria y aplauso. Cuando crecemos un poco, nuestros objetivos a imitar se reducen o limitan. Nuestra inspiración se ve socavada por la realidad perdedora que marca nuestras vidas comunes y que nos encasilla en la media generalizada. Difícilmente logremos destacarnos en algo. Somos uno más del curso que estudia, somos uno más en el trabajo, somos uno más en el equipo, pero nunca la estrella. Entonces, limitamos nuestros sueños a nuestros fracasos y bajamos los brazos. ¿Quién fue el último que te inspiró para hacer algo grande y maravilloso? Tal vez tengamos que escarbar mucho en la memoria para responder esto. Cuando leía este pasaje, me maravillo la simpleza y la grandeza de los cristianos de Filipo. Ellos estaban motivados. Eran unos leones predicando el evangelio. Una iglesia explosiva y creciente. No tenían multimedia, ni pagina WEB, no tenían grandes músicos, ni predicadores famosos, no tenían campañas publicitarias ni genios gráficos. Tenían solamente dos cosas: Tenían pasión por Jesucristo, estaban encantados de ser cristianos y agradecidos por la salvación. Los perseguían, se quedaban sin trabajo, los golpeaban en las esquinas, pero ellos estaban enamorados de Jesucristo. Lo segundo que tenían era una inspiración gigantesca en Pablo. Un predicador que había estado en su ciudad un tiempo corto, y que estaba preso. Visto de esta manera, no era ejemplo de nada. Sin embargo, para ellos era una motivación enorme verlo y querían imitarlo. No se preocupaban por el auto de moda, por la remera de marca, por el partido de Fútbol. Su obsesión era Jesucristo e intentan imitar a quien los inspiraba: el apóstol Pablo. Pasaron dos mil años, y la pregunta es obligada. ¿Tu hoy inspiras a alguien a seguir a Jesucristo? ¿Motivas a alguien para que ame y se enamore de Cristo? REFLEXIÓN – Ellos imitaban a Pablo, ¿ Y tu a quien inspiras?

miércoles, 9 de octubre de 2013

DESAFÍO PELIGROSO

Lectura: 2 Crónicas 20:1, 15-22 … no es vuestra la guerra, sino de Dios. —2 Crónicas 20:15 Mientras millones de personas miraban por televisión, Nik Wallenda cruzaba las Cataratas del Niágara sobre un cable de 540 metros de largo y solo unos 13 centímetros de diámetro. Tomó todas las precauciones posibles, pero además del drama y del peligro de la altura y las aguas rugientes, una espesa niebla le dificultaba la visión, el viento le complicaba el equilibrio y el rocío que levantaba la catarata le impedía afirmar bien los pies. En medio de estos peligros (y quizá debido a ellos), confesó que «oró mucho» a Dios y lo alabó. Los israelitas también alabaron a Dios en medio de un desafío peligroso: un grupo numeroso de guerreros se había reunido para pelear contra ellos (2 Crónicas 20:2). Después de pedirle humildemente ayuda al Señor, el rey Josafat designó a un coro para que marchara delante del ejército israelita. Estos adoradores cantaban: «Glorificad al Señor, porque su misericordia es para siempre» (v. 21). Cuando empezaron a cantar, Dios hizo que las fuerzas enemigas se atacaran y destruyeran entre sí. Alabar a Dios en medio de un desafío tal vez signifique dejar de lado nuestros instintos naturales. Tendemos a protegernos, preocuparnos y aplicar estrategias; sin embargo, la adoración puede proteger nuestro corazón de los pensamientos inquietantes y la dependencia propia. Nos recuerda la lección que aprendieron los israelitas: «… no es [nuestra] la guerra, sino de Dios» (v. 15). No importa qué esté por delante, Dios siempre está por detrás de nosotros.

lunes, 7 de octubre de 2013

¡CRISTIANO, HAZLO A LA MANERA DE DIOS!

“TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE” (Filipenses 4:13) Este versículo tan citado no significa que puedas hacer todo lo que quieras, ni tampoco lo que otros hacen. No, Pablo dijo que puedes hacer cualquier cosa que Dios te ha asignado que hagas, porque con la tarea viene también la capacidad. De hecho, este versículo te enseña a mantenerte dentro de los límites de lo que Dios te ha llamado a hacer y a no intentar de embarcarte en cosas que no son parte de su voluntad para ti. Eso no es negativamente; ¡es sabiduría divina! Dios quiere que le mires a Él para encontrar respuestas, no a los demás. Eso no significa que no puedas aprender de otros, sino que el plan que te va a llevar al éxito ¡tiene que provenir sólo de Dios! Él tiene un plan único para ti. Acéptalo, si no, ¡vas a vivir en frustración constante! Juan dijo: “No puede el hombre recibir nada a menos que le sea dado del cielo” (Juan 3:27). Lee los versículos anteriores; algunos de los discípulos de Juan el Bautista se estaban preocupando porque Jesús bautizaba también, y las multitudes le estaban dejando a Juan y yéndose en masa a Jesús. Si Juan no hubiera estado seguro en su propia identidad y de su llamado, hubiera podido sentir temor, celos y competencia. ¡Pero no Juan! No, él manifestó una actitud distinta, una que todos debemos apropiar. Escucha: “No puede el hombre recibir nada a menos que le sea dado del cielo. Por eso, mi gozo está completo” (Juan 3:27,29). ¡Lo mismo cuenta para ti también!

¿ERES HOSPITALARIO?

“HOSPEDAOS LOS UNOS A LOS OTROS SIN MURMURACIONES” (1 Pedro 4:9) Cierta familia que tenía invitados a cenar le pidió a la hija de 5 años que diera las gracias. Perpleja, la niña preguntó: “¿Qué voy a decir?”. Su madre le respondió: “Simplemente di lo que yo digo siempre”. Así que, inclinando la cabeza, la niñita oró así: “Señor, ¿pero por qué tuve que invitar a esta gente a cenar?”. Seamos sinceros, ¡la hospitalidad es un trabajo duro! ¡Requiere sacrificio! A pesar de todo, debes hacerlo “…sin murmuraciones…” (1 Pedro 4:9), cordialmente y con gentileza, sin quejarte, representándolo a Él. ¿A quién? ¡A Dios! Eso cambia las cosas, ¿verdad? Pablo escribió: “…practicad la hospitalidad” (Romanos 12:13). Pedro escribió: “Hospedaos… [hospedad... con afecto fraternal... a huéspedes desconocidos... a los extranjeros, a los pobres y a todos los demás]” (1 Pedro 4:9). ¿Has invitado a cenar a algunas personas desconocidas, extranjeros, o gente pobre recientemente? Hace poco, cierto hombre hizo una encuesta en las iglesias y escribió a un columnista de consejos espirituales, diciendo: “De las ciento noventa y cinco iglesias que visité, sólo -aparte del encargado de dar la bienvenida- me dirigieron la palabra en una, ¡y eso fue para pedirme que quitara los pies de en medio!”. Es fácil brindar hospitalidad a personas que conoces, pero Jesús dijo: “Si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?” (Mateo 5:46). Entonces, ¿qué hay de aquellos que no conoces, y de los que no encajan en tu círculo social? Claro que puedes encontrar excusas… estás demasiado ocupado, no quieres involucrarte, y te sientes incómodo con los desconocidos. Pero Dios dice que eres su representante; eso significa: (a) Sacrificar tu agenda personal (b) Dar de tu tiempo y de tu dinero (c) Aventurarte con gente que no conoces, o que ni siquiera te gusta (d) Ver a otros con los ojos del Señor. Así que, ¿eres hospitalario?

domingo, 6 de octubre de 2013

EL REGALO DE LA PRESENCIA

Juan 11:14-27 Y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano. —Juan 11:19 Hay dos lecturas en principio sobre este tema: 1)La presencia consoladora,alguien comentó: Hace varios años, cuando empecé a trabajar como gerente de recursos humanos de una empresa, asistí al funeral de un empleado de larga data al que nunca había conocido. Los compañeros de trabajo de este albañil lo querían mucho; sin embargo, solo unos pocos fueron a ver a la viuda. Escuché que alguien trataba de consolarla diciendo que muchas personas no se acercan porque tienen miedo de decir o hacer algo que entristezca más a los familiares. No obstante, en momentos de angustia, las personas casi nunca recuerdan lo que decimos. De lo que más se acuerdan es que estuvimos allí. Los rostros conocidos brindan una fortaleza indescriptible y consuelan frente a los profundos sentimientos de pérdida que uno experimenta. Este «regalo de la presencia» es algo que todos somos capaces de ofrecer, aunque no sepamos qué decir o nos sintamos incómodos. Marta y María estaban rodeadas de amigos y dolientes que las consolaban cuando murió su hermano Lázaro (Juan 11:19). Más tarde, Aquel a quien más deseaban ver, Jesús, llegó y lloró con ellas (vv. 33-35). La gente exclamó: «Mirad cómo le amaba» (v. 36). Ante cualquier clase de pérdida, Cristo siempre nos consuela con su presencia, y nosotros podemos compartir en gran medida su compasión mediante el simple regalo de acompañar con nuestra presencia a los que sufren. A menudo, el mejor consuelo es estar presente. Y 2)Lo que más impacta es la declaración de ésta mujer verso 21 "Si hubieras estado aquí, mi hermano no hubiera muerto" En esa ocasión y debido a sus limitaciones Jesús no podía todavía estar en todos lados al mismo tiempo (aunque no dejó de resolver ningún problema que se le presentara), sólo que quizás tenían que tener un poco de paciencia. Repito, Marta le dice: "Si hubieras estado aquí, mi hermano no hubiera muerto" Qué está diciendo? Está dando a entender la importancia de la presencia de Dios en nuestra vida, familia y hogar..., y cuando digo presencia, no hablo de cuadros, estatuas, Biblias o estampitas, estoy hablando de la presencia gloriosa del Espíritu Santo en Espíritu y verdad, como Él prometió " El que recibe mis mandamientos y los obedece, demuestra que de veras me ama. Y mi Padre amará al que me ama, y yo también lo amaré y me mostraré a él(Juan 14:21)". Asegurémonos de tener la presencia del Señor en nuestras vidas siempre para no sufrir pérdidas de ningún tipo. Gracias a Dios.

jueves, 3 de octubre de 2013

LA FORMULA DE LA TRIPLE "A"

“…SI HAY… ALGO DIGNO DE ALABANZA, EN ESTO PENSAD” (Filipenses 4:8) Considerar lo que nos va bien en la vida es una buena forma de mantener una actitud de agradecimiento. Cuando un accidente dejó a Will Mitchell con quemaduras que le desfiguraron, decidió centrarse en la vida, y no en las heridas. Se embarcó en una carrera profesional exitosa, y aunque había perdido los dedos, completó el entrenamiento para pilotar una avioneta. Luego, volando entre Colorado y California, el hielo en las alas hizo que se estrellara. Paralizado de la cintura para abajo (¡y tú pensabas que tenías problemas!), Mitchell se deprimió por tener que pasar el resto de su vida en una silla de ruedas. Mientras estaba en rehabilitación, una amiga le llamó para animarle y le dio el mismo consejo que él le había dado a ella anteriormente: No importa lo que te pase, ¡lo importante es lo que decides hacer con ello! La Biblia dice: “…si hay… algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4:8). O bien puedes decidir quedarte estancado en el problema o considerar las posibilidades. Mitchell hizo lo último y adoptó la fórmula de la triple ‘A’: (a) Adaptarte a lo que ha ocurrido; (b) Apreciar lo que puedes aprender de ello; (c) Aceptar las oportunidades que presenta. Desde entonces, Will Mitchell se convirtió en político, encontró el amor y ha dado charlas de motivación en la radio y la televisión. Dice: “Antes de estar paralizado había diez mil cosas que podía hacer; ahora hay nueve mil. ¿Tengo que concentrarme en las mil cosas que no puedo hacer o en las nueve mil formas en las que la vida es buena todavía? Alégrate; hay un propósito para tu problema, ¡y uno aun mayor más allá de él!

miércoles, 2 de octubre de 2013

LO PRIMERO ES LO PRIMERO

“…ME PUSIERON A CUIDAR LAS VIÑAS, MAS MI VIÑA, QUE ERA MÍA, NO GUARDÉ” (Cantares 1:6b) Tony Campolo escribió: “Cuando aún estaba creciendo, conocí un hombre que significó mucho para mí. Era Edwin Bailey. Él dirigía el observatorio astronómico del Instituto Franklin en Filadelfia. Yo solía ir allí casi todos los sábados sólo para estar con él. Su mente enciclopédica me fascinaba. Él sabía algo acerca de todo. Fuimos amigos hasta que murió hace algunos años. Una vez, después de que él había sufrido una embolia grave, fui al hospital a visitarle. En un esfuerzo para que él hablara poco, le conté de todos los sitios donde había estado dando conferencias y que había ido a visitarle nada más que llegar al aeropuerto. Él escuchaba todo. Entonces, mirándome de manera inquisitiva, me preguntó: `Vas alrededor del mundo a encontrarte con gente que probablemente dentro de diez años te habrá olvidado, pero ¿te estás tomando tiempo para aquellos que realmente te importan?’. Aquella pregunta cambió mi vida. He decidido no gastar mi tiempo con gente para los que no soy importante mientras dejo de lado a aquellos para los que soy irreemplazable. Hace poco, un amigo pastor fue invitado a la Casa Blanca para aconsejar al presidente, todo un honor. Pero él dijo: `No’, porque había prometido ir a una pequeña final de liga en la que su hijo jugaba béisbol ese día. La nación y el presidente sobrevivieron estupendamente sin él. Su hijo, sin embargo, nunca se sintió tan querido y valorado como aquel día”. ¿Caes en la cuenta? ¡Entonces empieza a practicar que lo primero es lo primero!